martes, 3 de octubre de 2023

El Jazmín Officinale o Morisco

EL JAZMÍN OFFICINALE O MORISCO.

Al emprender el paseo matinal, nada más salir del portal, ya voy notando la fragancia que exhala el jazminero morisco que tiene plantado el señor conserje delante de su vivienda y que constituye un techado verde salpicado de sencillas, humildes, pero vivas flores de una de tantas, de las más de doscientas clases de jazmines que crecen a lo largo  y ancho de este mundo en el que se han ido naturalizando porque, según el decir de los botánicos, su origen está en el viejo mundo, es decir, en África en Europa y Asia, principalmente en las zonas más cercanas al Ecuador.

Y, sí, antes de dar la vuelta a la torre más alta de la urbanización Torres Bañadas para salir de la misma por la puerta que da a la Avenida que sube hasta los Salesianos y que, a su vez, nos deja a la vera de la playa, ya se percibe el suave olor con el que dotan  a la zona haciendo del entorno un lugar por donde es muy agradable transitar porque el ambiente es único.

Ayer me fijé en la acera y en el lugar adyacente y todo el lugar se encontraba sembrado  de  florecillas, todavía frescas regalándonos con sus últimos efluvios antes de dejar de ser para hundirse en el ya no ser, en el fenecer. Allí las dejé a la espera de que el Sr. Conserje o su esposa, pasen la escoba preparando, así, el lugar para recibir la caída de una nueva floración porque es sabido, la observación así lo certifica que la sencilla e impoluta flor del Jazmín Morisco y la de los cientos de sus hermanos, solamente dura prendida a la axila de sus hojas lo que dura un día, 24 horas.

Sí, yo allí las dejé pero me fijé en la cubierta del entramado que formaba la planta trepadora a la entrada a la vivienda y encerré, en la cámara oscura de mi telefonillo, a un par de sus sencillas y humildes flores, símbolos que son del cariño y del amor eterno y, también de la sensualidad. Eso, sí, sentí muchísimo que los fabricantes de estos artilugios móviles no hayan dado, todavía, con la técnica que permita captar la fragancia que emite el jazmín y guardarla, como atmósfera envolvente de la imagen fotografiada.

Esas florecillas te llevan hoy mi saludo. Tú, por tu parte, saca a relucir tu imaginación y crea su atmósfera y, entonces..., serán mis

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

3.10.2023. Martes. (1.687)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

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