LA ERMITA DE LA VIRGEN DEL CARMEN.
En esta villa marinera de El Campello cuentan con una ermita
dedicada a la Virgen María en su advocación del Monte Carmelo. No podía ser de
otra manera porque el hombre del mar la tiene a Ella como su protectora, como
su ángel de la guarda, en su quehacer en el siempre movido e inestable mar.
Bien es verdad que, a la Virgen Santísima la Madre del Señor y Madre de todos y
cada uno de nosotros por especial deseo de Jesús en aquel momento previo a su
entrega con la compasión del Padre y del Espíritu Santo, nos fue entregada por
madre en la persona de su discípulo amado, que, como no podía ser por menos, un
buen amigo se encuentra junto al Amigo en los momentos de dificultad plena,
total, absoluta, del amigo, cual fue el momento de su muerte. Y, allí, se
encontraba Juan, el más joven de los apóstoles, el buen amigo del Señor,
representándonos a todos y cada uno de aquellos seres humanos que, tocados por
el Espíritu Santo, o no, formamos parte de esta sociedad humana. Y, en esta
Villa marinera no podía faltar un lugar dedicado expresamente a honrar a la
Madre de todos.
No, no, podía faltar en una villa marianera, que es El
Campello, una ermita dedicada a Ella, a la Madre del Señor, a la madre de todos
y cada uno de nosotros a la Virgen del Monte Carmelo porque ella es, siempre la
han tenido así, la Estrella de los mares, la que sale al encuentro de sus hijos
en momentos de dificultad extrema, la que les acompaña en sus labores lejos de
sus casas, lejos de la costa. Ella, la que tiene a sus pies a la luna que traza
el camino de plata en la superficie de la mar oscura.
Ayer estuve celebrando la Eucaristía junto a un montón de
fieles en esa ermita que los pescadores de la villa Campellana le tiene dedica
da a la Virgen marinera, a la Estrella de los mares, a la Madre del Señor. Es
una ermita grande, espaciosa, diáfana que gana en amplitud al templo parroquial
que las gentes del lugar tienen dedicado a una hija predilecta de la Madre del
Carmelo, a Santa Teresa de Jesús, a la Teresa de Ávila.
El frontal representa a un mar picado del que asoma la
quilla de una barca encima de la que, Ella, la imagen de la Virgen del Carmen
navega y a su derecha elevándose desde el Sagrario una estela de luz coronada
por una estrella, que simboliza a Ella, a la Virgen, a la Estrella de los Mares
que toma su energía de su Hijo sacramentado para prodigarla a sus hijos
marineros en las procelosas noches de brega en la oscuridad reinante en la mar.
Que Ella sea luz para los caminos por donde vamos al
encuentro de su Hijo, el gran Pescador en la mar de sus hermanos, los hombres.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
15.10.2023. Domingo. (1.698)
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
Gracias Alfonso. Desde Majadahonda nos hace recordar esa preciosa ermita
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