MAR MEDITERRÁNEO
Hoy amaneció, para no ser menos, un día espléndido. Tengo la
ventana del salón abierta de par en par
y un mar tranquilo, en calma chicha, que dirían aquellos intrépidos navegantes
al introducirse en el mar de los Sargazos, por estos días de 1492, se mete en
el salón de la casa de mis primos, donde paso unos días.
Ya hace rato que dejaron de oírse los estampidos de los
arcabuces y trabucos que disparan las comparsas de moros y cristianos en la
avenida de la Generalidad Valenciana. Sólo un suave ruidico me llega desde allí
donde las olas saludan cordialmente a las arenas de la playa o del suave
ruidico que producen, al moverse, empujadas por las olas, las hojas muertas de
las posidonias que crecen, formando un bosquecillo, no lejos de la costa y que,
arrastradas por las aguas, han venido a recostarse sobre la orilla.
No hay muchos viandantes caminando por el paseo de la playa
a pesar de que estamos en el puente de La Pilarica. Hasta la sexta planta llega
una brisa procedente de la mar serena que viene acariciando su tersa superficie
y que, cargada de yodo ha ido recogiendo de los jardines el fresco olor de la
hierba recién cortada por una máquina hábilmente conducida por el jardinero de
la urbanización. Como las aguas de la mar, las de la piscina permanecen
quietas, como dormidas, diría que la brisa marina respeta su sueño.
El sol nos es enviado, como si se tratara de una gran pelota
con el que jugaran, por las cercanas islas que componen nuestro pequeño
archipiélago balear. Y, éste, desde la altura mantiene latente la temperatura
que, en los tiempos del tórrido verano, inyectó en las aguas del Mediterráneo.
Dicen los chavales que nos cuentan el tiempo que va a hacer o está haciendo en
la península a través de las distintas cadenas de televisión que, a partir del
día de hoy, iba a hundirse, en la parte baja del termómetro, la temperatura,
que iba a caer notablemente. Pues, en lo que hace referencia a esta preciosa
zona del levante, se nota que no han contado con los datos que suministra esta
costa alicantina, porque, la verdad, disfrutamos de una temperatura que da
gloria bendita.
Abajo, sobre el tapiz verde que cubre las zonas ajardinadas,
unos niños juegan, quemando energías sobrantes, y se gritan unos a otros bajo
la atenta mirada de algunos padres que, con toda seguridad andarán comentando
la actualidad que ponen de manifiesto los medios de comunicación social, como
ha sido el día de La Fiesta Nacional y de la Hispanidad celebrada ayer con el
imponente desfile militar y el hecho de que, por primera vez descendiera desde
lo alto de los cielos una militar cabo desplegando la bandera española y
cayendo frente a la tribuna donde el rey presidía con su esposa e hija Leonor
el festejo militar o, en su caso,
charlarán acerca del estallido de una nueva situación bélica creada en el
Oriente Próximo por el ataque fulminante de una facción terrorista que está
causando muchísima desgracia personal y también material ya que se han vuelto a
enzarzar los hermanos musulmanes y judíos, son hijos de un mismo padre, Abraham
aunque de distinta madre, en una guerra fratricida. Seguramente también
resaltarán la satisfacción que sienten al disfrutar de un tiempo de una
temperatura tan maravillosa mientras, atentos, contemplan a sus propios hijitos
jugando sobre la grama tapizante del jardín.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
13.10.2023. Viernes (1.696)
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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