ESTAMPA CAUDETANA.
EL REGALO DE REYES.
la cabalgata con los Reyes Magos de Oriente subidos a sus carrozas entró por la calle Luis Pascual según estaba establecido.
No la pude ver porque las campanas de la torre de la parroquia de Santa Catalina estaban llamándome a grito limpio con sus voces de metal porque se aproximaba la hora de comenzar la liturgia eucarística que habría, ya, desde su víspera, el día de la fiesta de los Reyes Magos.
Así que, dejando llenita de gentes a la calle de el Alcalde Luis Pascual hice mus por el foro y dirigí mis pasos por la parte antigua de la Real Villa de Caudete, para llegar hasta la parroquia de Santa Catalina que me recibía con el segundo de los toques programados por el gremio de campaneros para el momento.
En el amplio templo parroquial solo cuatro personas estaban terminando de ofrecer el ejercicio del Santo Rosario a la Virgen, Nuestra Madre de Gracia, yo creo que lo ofrecían, muy fervorosamente, por los niños que, aunque ateridos por el frío, tenían los ojos totalmente abiertos mirando, con ilusión, a esos Señores venidos desde lejos y que a esta Villa, por no contar con camellos, venían montadicos en carrozas en las que traían sus esperanzas, esperanzas que les habían manifestado en las carticas que les habían hecho llegar a través de sus fieles pajes que habían venido, como adelantados, a la villa, precisamente, para recogerlas en la plaza Nuestra Señora del Carmen, aquellas carticas escritas con mucho cariño y con muy buena caligrafía, para que m, sin dificultad, supieran el motivo de sus solicitudes y que no era otro que el recibir los regalitos deseados.
Yo me llevé la sorpresa del año porque cuando volvía a casa después de haber cerrado la celebración litúrgica de la Eucaristía de víspera de la Solemnidad de los Santos Reyes, me encontré en la misma puerta de casa, a dos pajes que habían sido enviados por los Reyes desde El Paseo con un REGALAZO.
Parece ser que alguien, usurpando mi personalidad, se dirigió a sus Majestades y, éstos, cumpliendo a las mil maravillas con su cometido más ilusionante, fueron y me hicieron llegar el REGALAZO.
No te creas que te engaño. No tienes más que ver su tamaño en la fotografía que ilustra estas letricas.
Tuvo que ser alguien que supiera que me gusta un montón relacionarme con las plantas y, como éstas necesitan sus cuidados pues, ni más ni menos, que me han venido a favorecer su atención y cuidado. Me han traído una picadora de hojas y ramitas que favorecerán, al cien por cien, mi trabajo en pro de su beneficio y, digo en pro de su beneficio porque, es sabido, todo el mundo lo sabe, que las hojas son verdaderos tesoros que encierran en sí riquezas minerales naturales que benefician enormemente a la foresta en general y a mis tiestos y árboles, en particular. La máquina en cuestión, se va a encargar de reducirlas de modo y manera que la putrefacción se lleve a cabo en un proceso rápido y el compost sea de primer órden debido a las bacterias que se vinieron conmigo desde mi bosquecillo madrileño.
Gracias, queridos "Reyes Magos", Gracias.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡ BUENOS DÍAS!!!
9.1.2024. Martes. (C 1.771)
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario