ESTAMPA CAUDETANA.
CERRAJA MENUDA.
Esta herbácea es un todo terreno. Crece por todo el mundo principalmente en las zonas influenciadas por los aires marinos, en zonas mediterráneas. Pero, la verdad, esta Real Villa de Caudete de zona Marina..., nada de nada. Y, no obstante, crece por cualquier sitio, hasta por los pedregosos a los que no hace ascos. Ésta, de la que me sirvo para hacerte llegar mi saludo hoy, crece en un secarral junto a la base de las piedras pulidas de granito que separan el asfalto de la Avenida de las Jornetas del terreno yermo del Real y que es la zona llamada a ser acera de una futura urbanización pero que, en la actualidad, es empleado para aparcamiento.
No ha esperado al verano para florecer, pues lo ha hecho ya. Presumiendo mucho, mucho, he dado en pensar que lo ha hecho para concederme una gracia, un favor, para que levante el ánimo que se me ha ido quedando al ir subiendo por la Avda. de las Jornetas para torcer por la calle del Santísimo Sacramento, camino de la parroquia de Santa Catalina porque es, precisamente allí, en esa confluencia, donde la CERRAJA MENUDA ha plantado sus reales.
Así de guapa y hermosa está porque los roedores no campan en ese lugar ya que según es sabido esa planta pone mucha carne a los conejos y a las liebres y, es debido a ello, por lo que se la conoce, coloquialmente, como LECHUGA DE LIEBRE. Estos animales, corretones en campo abierto, no dejan ni una SONCHUS TENERRIMUS, así la llaman los biólogos, por donde se mueven con soltura porque viene a ser un almacén de minerales y, de ahí, la atracción que sienten por ella los de pelo y, también, los de pluma. Y eso lo sabe también el fraile Luis Torres Pérez, carmelita, que es gran aficionado a la cría de canarios y, con harta frecuencia, lo vemos con ellas en la mano para concederles un verdadero placer a sus emplumados.
Hoy no goza de prestigio entre los seres humanos debido a los adelantos de las ciencias culinarias y médicas, pero desde tiempo inmemorial no ha faltado nunca en su mesa aderezando ensaladas y formando parte de muchas recetas culinarias, porque es muy rica en nutrientes minerales, como ya te decía anteriormente. Además le ha servido al hombre para combatir los ardores estomacales y, machacadas sus hojas y sus raíces, las ha utilizado siempre como emplastos para solucionar heridas y otros problemas de piel.
Esa es la CERRAJA MENUDA, la que me da la bienvenida florida cuando estoy a punto de terminar mi acostumbrado paseo siempre que me toca celebrar en Santa Catalina.
A esta planta, en mi pueblo, la llamábamos, cuando yo era niño, "BORRAJAS". Las recogíamos de las cunetas de la carretera y en el atajo, una vía pecuaria de mucha antigüedad, por el que acortábamos el camino cuando subíamos a la escuela de la Villa y cuando bajábamos de vuelta a casa. Las gallinas y los conejos siempre se quedaban con hambre, siempre querían más, las devoraban.
Recibe mi saludo, mis.
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
24.2.2024. Sábado (C. 1.815)
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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