ESTAMPA CAUDETANA.
MENUDA FAENA.
¡Pobre impala! Desde la primavera ha permanecido oculto a los voraces ojos de los "depredadores". Pero ha llegado el invierno y con él ha llegado la cuchilla, la tijera y, ambas, sin misericordia y sin corazón, se han metido a saco con la foresta que lo mantenía aislado, escondido, a los ojos, siempre atentos, de esos maltratadores.
Todo se paga y el hecho de lucir toda su hermosura puesta de manifiesto sobre un pedestal en medio de un jardín de esta Real Villa de Caudete, puede que sea causa de un final dramático. Esperemos que la valla de obra que bordea todo el jardín del chalet de la avenida de la Virgen de Gracia, donde luce su estampa, impidan el paso a los devastadores, en este caso depredadores del hierro, para llevárselo al almacén del lampistero donde le esperaría un triste final, mezclado con otros desechos ferruginosos, oxidados, que piden a gritos el alto calor del fuego para fundirse y dar origen, así, a otros elementos coadyuvantes del quehacer humano o, en su caso, como en el de nuestro impala metálico, para adornar los jardines de las casas donde viven los hombres.
¡MENUDA FAENA!
Sí, el cuchillo y la tijera del podador, sin miramiento alguno, se han metido a destajo con los rosales, guapos ellos, que, desde la primavera hasta los albores del invierno, en ese jardín en concreto, florecen constantemente y, eso sí, ha cambiado la hermosura, la preciosidad de un producto natural, cuál es la flor del rosal, por la fría composición férrea que ha dado lugar a la inmóvil figura de un impala africano. Aquellos de los que es copia corren, brincan, saltan, por las inmensas sabanas del continente situado a los pies del nuestro, del europeo. Éste, por el contrario, permanece quieto, inmóvil, atado, yo diría que soldadas sus unguladas pezuñas a una plancha de hierro oculta por una gruesa capa de cemento armado.
Vista desde el paseo queda guapa la figura de ese grácil, alegre, animal salvaje que vive, con libertad plena, en las extensas llanuras africanas pero que, aquí, en uno de los jardines de la Villa muestra, en hierro, ser una bonita escultura de un artista inspirado.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
9.2.2024. Viernes. (C 1.800)
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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