ESTAMPA CAUDETANA.
EL ADIÓS DEL SEÑOR OBISPO.
Hace algún tiempo, nuestro obispo Don Ángel Fernández collado que, por cierto es paisano mío, de un pueblo, Los Cerralbos, muy cercano al que me vio nacer, SE NOS VA. SE NOS VA porque así se lo ha concedido el Sumo Pontífice, el Papa Francisco, al que se había dirigido con una carta personal exponiéndole la situación en la cual se venía encontrando últimamente por las deficiencias experimentadas, principalmente en la vista, había sido operado de los dos ojos y de uno quedó totalmente ciego mientras que del otro iba tirando poco a poco, lo que unido a alguna otra deficiencia devenida con posterioridad, le llevaron a presentar su renuncia al papá, en el Vaticano.
Y le fue aceptada por el Papa.
Va a poner rumbo a la Casa sacerdotal de Toledo donde le están preparando acomodo hacia donde partirá dentro de no mucho tiempo. Y, mientras llega ese día, él se dedica a visitar, dentro lo que fuera su diócesis albaceteña, principalmente los lugares donde se venera a la Virgen María en su Santuario o Ermita
Ayer le tocó acercarse hasta el límite más oriental de lo que fuera su diócesis, hasta nuestra Real Villa de Caudete, con ese fin, con el fin de DECIRNOS ADIÓS.
A las once de la mañana entraba en el monasterio de las Madres Carmelitas de clausura para saludarlas y, al mismo tiempo, despedirse de ellas.
Y pasadas las doce del medio día llegaba al santuario de Nuestros Patronos, la Virgen de Gracia y de San Blas, para hacer otro tanto con la feligresía que se dio cita en la mencionada ermita para recibir su despedida y expresarle, a su vez, sus buenos deseos para la nueva etapa que está comenzando de Obispo Emérito de Albacete,
Todo ello tuvo lugar en medio de la Celebración de la Sagrada Eucaristía concelebrada con el clero de esta Villa, el párroco P. Luis Torres Pérez, carmelita; el coadjutor, P. Antonio Graciá Albero, carmelita; el delegado para la vida religiosa, Pedro Ortuño, que se había acercado hasta aquí para dar la Primera Comunión a un sobrino nieto; el capellán de la residencia de mayores, Ramón Gisbert Conejero; y un servidor.
Fue asistido en la ceremonia por su secretario Don José Miguel y por el diácono permanente de esta Villa, don José Lozano. Al cargo del incienso estaba don Francisco, conocido como "Bajoca".los cantos corrieron a cargo de Francisco y su guitarra.
En la homilía, el Señor obispo, habló de agradecimientos:
A Diós Padre porque le había elegido para pastor de la diócesis de Albacete;
A la Virgen María que es venerada a lo largo y ancho de la diócesis en sus distintas advocaciones haciendo especial mención en el día de hoy a nuestra Madre y Patrona la Virgen de Gracia;
A quienes hemos colaborado con él en la pastoral;
A quienes han rezado por él para pedirle a Dios su asistencia en el quehacer pastoral de toda la diócesis.
Recordó cómo guarda gratamente el recuerdo de haber compartido con las gentes de esta Villa las fiestas patronales de Moros y Cristianos en torno a la Virgen de Gracia en cada uno de los septiembres de los años que ha permanecido como obispo de la diócesis.
Concluida la Eucaristía el Sr. Obispo hizo obsequio de su cruz pestoral que llevó entre los años dos mil dieciocho y 2024 a la Virgen de Gracia en la persona de la Presidente de la mayordomía. Y, ésta, a su vez, le hizo entrega de un cuadro con una litografía del santuario.
Luego hubo tiempo para fijar el hecho para la posteridad en una sesión de fotografías que se hicieron con el Sr. Obispo, los presbíteros asistentes y todos los fieles que así lo desearon, de las que te doy información gráfica que me fue cedida, en primer lugar, por el secretario del señor obispo, don José Miguel, y por distintas personas que han tenido la gentileza de remitírmelas.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
26.5.2024. Domingo. (C. 1905).
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
Pd. Nota a destacar fue la insistencia de Don Ramón Gisber Conejero en llevar al Sr. Obispo a rezar ante un cuadro muy antiguo que tiene la efigie de Santa Lucía, Virgen y mártir, y que pende en una de las capillas del Santuario, porque, como es sabido, esta Santa es benefactora de aquellos que padecen enfermedades en los ojos. Y, como el Sr. Obispo padece de ellos...
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