sábado, 11 de mayo de 2024

Zantedeschia Aethiopica: el símbolo

ESTAMPA CAUDETANA. 

ZANTEDESCHIA AETHIOPICA: EL SÍMBOLO.

Ilustra estas letricas la fotografía que en la tarde de ayer obtuve en la capilla de la comunión de la parroquia de San Francisco. En ella ves el sagrario y delante dos preciosas flores de ZANTEDESCHIA AETHIOPICA

Que el vulgo  llama familiarmente Cala, Cala de Etiopía, Aro de Etiopía, Lirio de agua, Alcatraz, Flor de pato, Flor de jarra y, en cantabría, la conocen con el nombre de Manto.

Significa pureza, simpatía, reconocimiento. Hay, en aquella parroquia, un feligrés o feligresa que se preocupa de ofrendar al Santísimo Sacramento el reconocimiento de la pureza y de la simpatía que siente por Él y lo pone de manifiesto con esa ofrenda floral.

Yo, contemplándola ayer por la tarde, la he tomado como SÍMBOLO del alma de los veintiún niños que se acercaron por primera vez al sacramento de la penitencia con el fin de ir, como LIRIOS PUROS, al encuentro, por primera vez, con el Señor Jesús Sacramentado. Acontecimiento que tendrá lugar, para un grupo de ellos, en el día de hoy, y, mañana domingo, lo harán aquellos que así lo decidieron, en la antes dicha parroquia de San Francisco. 

En el claustro barroco-toscano del convento de San José (El Carmen) tengo sembradas, en sendos tiestos, dos Calas que, hasta la fecha, no han florecido. Para llegar hasta este lugar tuvieron que atravesar todo el continente africano puesto que son originarias de la zona geográfica que une Sudáfrica y Malawi aunque también se las puede ver en las torrenteras aledañas al desierto del sahara siempre que por ellas discurran corrientes de agua, según contemplé en uno de los excelentes programas de divulgación realizados por el Nacional Geographic y que pasan por las distintas emisoras de televisión.

Sí, ciertamente, he visto un paralelismo entre esas dos calas dejadas por un alma amante del Santísimo Sacramento de la Eucaristía, de Jesús Sacramentado, y la ofrenda maravillosa que hacen, de sus hijitos, otros tantos matrimonios, a Jesús, siempre vivo y siempre compañero en nuestro camino y, siempre, a la espera de nuestras visitas, siempre a la espera de "charrar" un poco con nosotros.

Recibe mi saludo, mis


¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

11.5.2024. Sábado. (C. 2.891)

P. Alfonso Herrera Carmelita.

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