Crónica de una floración anunciada.

ESTAMPA CAUDETANA.

CRÓNICA DE UNA FLORACIÓN ANUNCIADA.

No, no me he equivocado. No me estoy refiriendo, en modo alguno, a aquella gran obra del literato colombiano, Gabriel García Márquez, que puso por escrito, de una forma magistral, en una novela, un hecho dramático que tuvo lugar en un pueblo de su tierra colombiana, hasta tal punto es buena esa novela, que llegó a ser reconocida por la prensa de aquellos tiempos, como una de las 100 novelas más importantes escrita en lengua española a lo largo del siglo XX. Para nada porque LOBIVIA BRIDGESII no es ni Santiago Nasar ni Ángela Vicario y, por supuesto, no es el pueblo en pleno pues, todas sus gentes, toman parte, de alguna manera, en el hecho violento que aconteció realmente en la década de los 50 del siglo pasado (todavía me acuerdo tras haberla leído a poco de su publicación en 1981)

LOBIVIA BRIDGESII es la protagonista de mi escrito de hoy:"CRÓNICA DE UNA FLORACIÓN ANUNCIADA" y no "Crónica de una muerte anunciada" del literato colombiano.

LOBIVIA es un hermoso cactus que, en compañía de otros de su especie, ha encontrado acomodo en el claustro barroco-toscano del convento de San José (El Carmen), en esta Real Villa de Caudete.

Me fueron regalados hace algún tiempo por una de las Hermanas Carmelitas de la Residencia de Mayores. Claro que esta especie de cactus no es originaria de los jardines de la Residencia. Son naturales del norte de Argentina, de sus montañas donde "escalan" hasta los tres mil metros sin miedo al frío y, por supuesto, tampoco le temen a un sol con ínfulas.

Es un cactus social. Crecen varios juntos varios individuos desde el suelo.

Este año, nada más aparecer unos botoncitos negros como el carbón, los he venido siguiendo porque, con una rapidez inusitada, crecen y crecen y proyectan fuera de sí unos hermosos capullos que reventarán formando una verdadera maravilla, su flor.

Comienzan su apertura de la mano de la media noche pero este año se adelantaron ya que a las 19,00 horas de antes de ayer, ya habían empezado a dejar ver su belleza interior

 y, antes de que dieran las 21,00, ya habían concluído su manifestación total. 

Mi estrañeza no terminó antes de ayer por la noche. Continuó a lo largo del día de ayer porque al llegar el día a su mitad,  no se recogieron sobre sí mismas como es exigencia de su naturaleza, sino que siguieron abiertas de par en par.  Y, cerca de las 15,00 horas las saqué una foto desde el claustro alto como testimonio de que seguían abiertas.

A estas horas de la noche en que sigo poniendo por escrito mi saludo, me asomo a la ventana y veo que siguen totalmente abiertas y no logro explicarme cómo es que el LOBIVIA BRIDGESII ha  tenido la osadía de saltarse la normativa natural de su especie y seguir enseñando su belleza desbordante, más allá de lo que le es debido.

Ciertamente, este año, he asistido a la verdadera CRÓNICA DE LA FLORACIÓN ANUNCIADA DEL LOBIVIA BRIDGESII  en el claustro barroco-toscano del convento de San José (El Carmen). 

Recibe mi saludo, mis 

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

10.5.2024. Viernes. (C. 1.890)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.