jueves, 9 de mayo de 2024

Cleistocactus Samapatanus

ESTAMPA CAUDETALA.

CLEISTOCACTUS SAMAIPATANUS.

Es la primera vez que se asoman al claustro barroco-toscano del convento de San José (El Carmen) estas preciosas flores del CLEISTOCAPTUS SAMAIPATANUS. 

Este cactus ya lleva con nosotros unos cuantos años.

No nos llegó de la región de Samaipata en la provincia de Santa Cruz de Bolivia, allá en las américas, aunque, eso sí, de allí procede y ha viajado y se ha establecido por todo el mundo. A mí me lo regaló Isabel, hace ya tres años, por lo menos, un pimpollito que no medía ni media cuarta. Isabel es cuñada del fraile carmelita de este convento, Luis Torres Pérez, la mujer de su hermano Miguel. 

En un parterre de su campo crece, a lo loco, este cactus y, cuando  le toca florecer, en este tiempo de primavera,  pone aquella zona "contentísima", toda florida. 

Dejé que cicatrizara la herida por espacio de una semana y acto seguido lo planté en un tiesto. No tardó en echar raíces y, enseguida, se hizo acompañar desde la tierra de la maceta por unos hijos que siguieron los pasos de su progenitora. 

Dicen los entendidos en estas clases de cactus que suelen medir hasta un máximo de metro y medio de largo, si van rastreros, o de altura, si son guiados. Yo he guiado al pimpollo inicial y a sus hijos para que se levanten buscando la vertical y puedo decirte que el metro y medio de altura lo ha pulverizado, puesto que yo mido 1,72 metros y ya me ha sobrepasado aquel pimpollito inicial.

Me da la impresión de que este cactus ha empleado su tiempo, más que en lucirse, en reproducirse.

Y cuando ha visto que sus pimpollos han adquirido una talla suficiente, se ha permitido mostrar al exterior las dos primeras flores, esas que ves al principio de este escrito. Y que constituyen la avanzadilla  de otro montoncito de semejantes, cuyos capullitos andan cogiendo fuerza, preparándose para lucirse, no tardando mucho, siguiendo los pasos de sus predecesoras.

Su nombre, CLEISTOCACTUS, proviene del griego y lo han llamado así porque sus flores no son amigas de mostrarse durante mucho tiempo. La palabra griega CLEISTÓS dice razón de algo que es cerrado, y sus flores, si no andas ligero, no las ves porque se cierran pronto. 

Yo las sorprendí ayer muy tempranito y, por eso, pude hacerme con ellas para dártelas a conocer y, de paso, para que te lleven hoy mi saludo, mis


¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

9.5.2024. Jueves (C.1.889)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

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