ESTAMPA CAUDETANA.
LA AMARILIS DE LA VENTANA.
Tengo otras AMARILIS en el corralón que, mira por donde, va respetando el perro que corretea, enseñoreado, por todo él.
También tengo algunos bulbos de AMARILIS compartiendo jardinera con uno de los cactus que se alza a gran altura en una de las esquinas del claustro bajo, el de la columnata Barroco -Toscana que vio su luz el año 1606. E, igualmente, bulbos de esa planta se encuentran hundidos en otras jardineras donde van apareciendo y creciendo hojas que vienen a ser las avanzadillas de las flores que, no tardando mucho, harán su aparición.
La flor de AMARILIS a la que me estoy refiriendo ha surgido, este año, como un periscopio lo hace desde un submarino, en la jardinera donde ha estado sometida, durante mucho tiempo, a la tiranía que ha ejercido sobre ella una planta de Amor de Hombre.
Este año, sin embargo, se ha sacudido su dominio y ha salido por sus fueros no consintiendo que su vecina la impidiera florecer. La prueba más palmaria es, precisamente, el testimonio gráfico que acompaña a estas letricas mías del día de hoy.
Alguna antepasada de esta flor de la AMARILIS ya ejerció de "cartera" y te llevó, en su día, mi saludo, mis buenos días. Hoy lo hace una sucesora que, desde el mismo lugar, se asoma a la calle de El Molino y también contempla un gran espacio de la plaza de Nuestra Señora del Carmen. Desde esa altura privilegiada las flores, que dan la impresión de estar encontradas entre sí, y, por ello, son llamadas por el vulgo: LA SUEGRA Y LA NUERA.
Desde su altura privilegiada no se pierden detalle del acontecer de las gentes de esta Real Villa de Caudete, que van de un lado a otro, pasando por lo que, hoy, ha venido a ser el centro neurálgico de la Villa, haciendo olvidar que, en aquellos lejanos tiempos de finales del siglo XVI y principios del XVII, no eran otra cosa que los arrabales de la Villa, distantes del opidum unos trescientos metros.
Acomodados en la amplia corola de sus flores, la AMARILIS, te lleva hoy mi saludo, mis
¡BUENOS DÍAS!
23.6.2024. Domingo. (C. 1.933)
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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