Se fue mi Amigo Andrew.

ESTAMPA CAUDETANA.

SE FUE MI AMIGO ANDREW.

Ya te he hablado en otra ocasión anterior de mi amiguito ANDREW (Andrés).

Andrés es un niño francés que vino durante las vacaciones escolares a esta Real Villa de Caudete para pasarlas,  con su hermanita Gemma, junto a sus abuelitos. 

Sus abuelitos, Esteban y María, se encuentran afincados entre nosotros, con los papeles en regla. 

Con su llegada de los nietecitos, se llenó de alegría el caserón de campo de los abuelos y, éstos, ni te cuento.

Mi amiguito Andrés cumplió sus ocho añitos el día de la Asunción de la Virgen y vino con su hermanita Gemma y sus abuelos a la misa que yo presidí en la iglesia del convento de San José (El Carmen) a las 10,00 horas de la mañana, para darle gracias a Dios y para pedir por sus papás que se encontraban en París.

Pero, como afirma el dicho tan nuestro:

"No hay alegría que cien años dure", tampoco duran tanto los sinsabores. El caso es que, la escuela en Francia,  va a abrir las puertas ya y, Guillaume, su papá, vino ayer en coche a por sus hijos para llevárselos de vuelta a París. 

Y, sí, después de comer pusieron rumbo a tierras francesas.

Se han marchado sin poder asistir a las fiestas de MOROS Y CRISTIANOS EN HONOR DE LA VERGEN DE GRACIA. 

¡Una pena! Porque, con toda seguridad, hubieran disfrutado como lo que son, "como enanos" con la vistosidad tan imponente con que se viven en esta Villa las Fiestas Patronales. Pero la escuela de allí es tajante y no hay excepciones. Espero que su abuelita María les mandará por WhatsApp, noticia de los alegres fastos en honor de la VIRGEN DE GRACIA, PATRONA DE LA REAL VILLA DE CAUDETE.

Pero, antes de emprender la vuelta a su casa de Francia, mi amiguito Andrés quiso despedirse de mí por lo que sus abuelos se vieron en la necesidad de traerle hasta el convento. 

Y, ¿sabes por qué quería despedirse de mí?

Pues para hacerme un regalo que viniera a hacer sus veces , y, así, pudiera tenerle presente de alguna manera. Y ¡vaya que lo tendré! porque me ha regalado un cuadro, pintado por él (el segundo), interpretando, a su manera, la casa del campo donde viven sus abuelos y donde han pasado ellos sus vacaciones. En el cuadro no faltan los tiestos, algunos de los cuales se los regalé yo a su abuela.

Yo les puse en una bolsa unos caramelitos y unas botellitas de cristal muy bonitas para que lleven agua para que entretengan el largo viaje, hasta París, que les deseo sea muy bueno.  Mientras, quedo a la espera de que vuelvan al año que viene.

Recibe mi saludo, mis

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

24.8.2024. Sábado. (C. 1.991)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.