ESTAMPA CAUDETANA.
LA ROSA INTEMPORAL.
Llegó con la segunda floración de los rosales en los jardines de esta Real Villa de Caudete y del rosal que pervivió a los ataques inmisericordes de los caninos en crecimiento del perro que corretea por el corralón del convento de San José (El Carmen).
Apareció en la Plaza de Ntra Señora de El Carmen el primero de los días del mercado de los Artesanos, por San Miguel.
Si apareció allí no fue por generación espontánea por entre las junturas de las losas del suelo de la plaza, ¡Qué va!
No es autóctona del lugar, no puede serlo aunque si la Madre Naturaleza se lo propusiera...
Pero, no. No nació en la Plaza, no. La bajaron de su furgoneta junto a un montón de otras figuras que no eran otra cosa que copia de fósiles extraídos de los sedimentos petrificados en los que quedaron sepultados aquellos bichos que, por entonces, vivieron, animales que existieron, poblando el planeta, en el antes de ayer de la Historia, en los estratos que fueron formándose durante los períodos de la Era Secundaria:
El Cámbrico, el Devónico, el Silúrico, el Carbonífero y el Pérmico.
Pero ella, LA ROSA INTEMPORAL, por serlo de hierro, no nos viene de aquellos tiempos, es una copia, a mí modo de ver, muy conseguida, de una rosa especialmente hermosa, de tantas, preciosas, que surgen en primavera, y, otra vez, en otoño, en nuestros ámbitos, llenando de suaves fragancias nuestros aires.
LA ROSA INTEMPORAL llegó con los artesanos que la sacaron a "vivir" en metales hábilmente moldeados.
No supe si se quedó en la Villa porque alguien se encaprichara de ella para situarla en un lugar noble de su vivienda. Bien pudiera haber sido, no estuve presente cuando levantaron su fragua y recogieron sus obras metiéndolas todas en su furgoneta y, por lo tanto, no sé si siguió caminando de feria en feria a la espera de que algún "quidam" la libere de su constante peregrinar.
Pero lo que sí te puedo decir es que no tuvo inconveniente alguno a que yo la sacara una fotografía para quedarse conmigo, aunque solo sea en la cámara oscura de mi telefonillo para, como, en este caso, poder disfrutar con su contemplación. Y, mira por donde, aprovecho la ocasión que se me presenta para encargarla que te acerque hoy mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
17.10.2024. Martes. (C. 2.034)
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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