ESTAMPA CAUDETANA.
EL BELÉN DE "LAS ENCERRÁS"
Se nota que nos encontramos en un monasterio de monjas y, éstas, CARMELITAS DE CLAUSURA, se han desmelenado preparando un habitáculo digno para el Hijo de Dios que viene a estar con ellas, con nosotros.
Andarán, las pobres, estrechicas en tantas cosas, algunas muy necesarias para el desenvolvimiento de la Comunidad, corta en número, y muy mayores, en edad.
Pero ¡es Navidad! y, amigo, para celebrarlo a ÉL, a Jesús, al Esposo con el que contrajeron nupcias para siempre el día de su compromiso, se vuelven loquicas de contentas y buscan y rebuscan en viejos baúles y alacenas, los distintos elementos necesarios para construir un BELÉN, su BELÉN.
Y ahí se vuelcan. Nada de poner al Esposo que viene a ellas en una cuadra o en la perrera del Sinver (Sinver es el perro que corretea por la huerta apercibiendo del peligro que corre quien osare saltar la tapia). ¡No! para el Esposo que viene a estar con ellas, lo más digno, lo mejor.
Y, ahí, tenéis la prueba. Habéis visto, por casualidad, MISTERIO más lindo que éste que han dispuesto las monjas Carmelitas en un discreto rinconcito del presbiterio, allí donde una verja reserva el coro bajo desde el que pueden hablar de amor con el Esposo, inmersas en una oración profunda, contemplativa, al tiempo que admirada, por ver cómo el Autor del cielo y del suelo, se acerca a ellas desde el no ser "casi nada" porque todo lo necesita, para darles las gracias por tan buen acomodo y, de paso, pedirles a ellas que lo ayuden, que le echen una mano en su cometido y acontecer, en su compromiso con su hermano, el ser humano. Para lo que deben tomar el ejemplo de Aquella, la Virgen del Carmen, de la Madre, a la que consagraron sus vidas, que cuando el Padre se acercó a Ella para pedirla otro tanto para iniciar la maravillosa obra de la redención, contestó, toda decidida, sin miramiento alguno:
"aquí me tienes para lo que gustes mandar"
y, Dios, todo contento, la dijo:
"¡Bien! Gracias, hermosa, vas a hacer hombre a mi Hijo".
Y tras aquel Sí incondicional, Ella lo fue todo, siempre, para Él, lo engendró, lo cuidó, lo enseñó y lo preparó, junto al buenazo de San José, para la misión que traía enviado por el Padre.
Y, ellas, las monjas Carmelitas de clausura, que por estas tierras llaman "LAS ENCERRÁS", tomaron el testigo de la Madre María y, ahí siguen, en el empeño, orando y atendiendo a toda alma que se acerca, o no, a la puerta del monasterio.
Y, sí, las monjas CARMELITAS de clausura de esta Villa han dispuesto un Belén muy digno, dignísimo, para que el Esposo se encuentre estupendamente en casa.
Con el Belén de las monjas Carmelitas de Clausura de esta Villa, te va mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
28.12.2024. Sábado, DÍA DE LOS SANTOS INOCENTES. (C. 2.102)
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario