lunes, 6 de enero de 2025

Llegaron los Reyes.

ESTAMPA CAUDETANA.

LLEGARON LOS REYES.

No llovió. Las nubes ralentizaron su paso y a lo largo de la tarde en que todo bullía  en fiesta y jolgorio por la llegada de los Reyes Magos a esta Real Villa de Caudete en su camino hacia Belén para honrar, venerar y adorar al Rey que había nacido.

Los Reyes Magos del oriente avezados en la lectura del firmamento, en la interpretación del lenguaje de las estrellas, percibieron, nítidamente, el mensaje que se les transmitía y, rápidamente, se pusieron en camino. Y, dando un rodeo, igual que acontece cuando se afirma  que "todos los caminos conduce la Roma", todos los caminos conducen a Belén, pasaron por aquí y pudimos asistir al paso de estos señores, en su caminar hacia el lugar donde tuvo a bien aparecer, en nuestro mundo, el Hijo de Dios vestidico a nuestro estilo, con nuestra carne. 

Pero, antes, como hiciera  ARTABÁN,  el cuarto Rey Mago que aparece en una leyenda muy antigua, se entretuvieron en dejar encerrada en paquetitos, envueltos en papeles de colorines, una alegría desbordante para los niños de esta villa. 

Eso sí, este año no entraron por el centro nuclear de la villa sino que se movieron por la zona baja, por las calles amplias de la ciudad nueva, teniendo su centro neurálgico en la Plaza que dicen de los Ilustrados de esta Villa de Caudete que, haberlos, sí que los hay, y muchos, pero la Plaza deja bastante que desear porque está inconclusa. Llamada, eso sí,  a ser un vergel, un jardín, donde puedan recalar las mamás con los niños para pasar un rato y, de paso, ilustrarlos acerca de los personajes que salpican la historia de la Villa poniendo luz aquí y allá en sus cabecitas. Pero para eso hace falta que los regidores del Ayuntamiento segreguen, de los presupuestos, algunas partidas destinadas a adecuar tal lugar, de acuerdo a los merecimientos de aquellos a quienes ha sido dedicada. (Es una pena que este año no hayan subido los Reyes Magos por los aledaños del Ilmo. Ayuntamiento porque,  de haberlo hecho, muy posiblemente..., habrían dejado un chequecito para terminar la Plaza dedicada a los Ilustres de la Real Villa).

Sí, al dirigirme hacia la parroquia de Santa Catalina, pasadas ya las 19,00 horas, donde se me esperaba para celebrar litúrgicamente la festividad de los Santos Reyes Magos, en la víspera de su solemnidad litúrgica,  sólo se oía el ronco sonar de los tambores que anunciaban la presencia de los Importantes Señores forasteros.

Este año no bajé a participar del gozo desbordante de toda una población que esperaba ansiosa y con gritos de asombro la llegada de unos personajes que tanto tienen que decir a las gentes de todos los tiempos y no me refiero a los regalicos que van dejando en los balcones sobre los zapatitos que se disponen, al efecto, sino al mensaje que trae su viaje. Éste no tenía otro fin que adorar al Rey de los cielos que había bajado a los suelos y, contraste grandioso, ellos esperaban verle en los salones chapados en oro, entre terciopelos y solo lo descubrieron, por la fe, sobre cuatro tablas entrelazadas en las que unas pajas, no consumidas por los animales que andaban pastando por las majadas, servían de acomodo al que es dueño de todo cuanto existe por encima y por debajo de la capa de los cielos. 

Ellos leyeron el lenguaje de las estrellas. Ellos interpretaron ese lenguaje. Ellos se pusieron en camino siguiendo a una de ellas que se dejó caer de todo lo alto y los condujo, toda luz, por el camino tenebroso de un mundo a oscuras para encontrar al que es la vida y que, en el Evangelio de Juan, se dice que, por serlo, es LUZ. 

Sí, lo alto y lo bajo, el firmamento y el haz de la tierra, el cielo y el suelo, se pusieron de acuerdo para dar, al alimón, hacer viable, un viaje maravilloso que condujo a los destinatarios de ese mensaje al encuentro con el que es la LUZ, LUZ para todas las naciones, LUZ que ilumina hasta el fin de la tierra, hasta Tarsis, que rezamos en el Salmo, hasta España que, entonces, era el fin del mundo,. Sí, hasta Tarsis, que era lo que hoy es España. 

Y, yendo de camino, en la tarde de ayer, recalaron en esta Real Villa de Caudete.





Don Ramón Gisbert Conejero sí que estuvo presente en el paso de los Reyes Magos por la Villa y tuvo a bien cederme, gentilmente, unas instantáneas del feliz acontecimiento que, a mí vez, pongo a tu disposición junto con mi saludo, mis


¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

6.1.2025. Lunes. (2.110).

P. Alfonso Herrera. Carmelita. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario