lunes, 20 de enero de 2025

Nos visita San Antón.

ESTAMPA CAUDETANA.

NOS VISITA SAN ANTÓN.

 Y, con Él, "las fiestas son".  Ya lo afirma el dicho popular de esta Real Villa de Caudete.

Tal y como estaba previsto, tal y como es costumbre inveterada en esta villa, la Sagrada imagen del Santo Eremita del desierto, el Abad Antón, salió de su ermita en el extrarradio de la villa para compartir con las gentes del lugar, todas devotas de él, un ratico. 

Una vez que concluyó la Eucaristía, en la que bailaron  los Reyes de los Bailes del Niño de este año ofreciendo su arte tras haber sido ofrecido el pan y el vino para el sacrificio, según es costumbre. Con ella, con la Eucaristía se celebraba la fiesta del Santo Antón en la parroquia de San Francisco, en cuyo ámbito se encuentra enclavada su ermita desde que fuera erigida parroquia, a mediados del siglo pasado,  salió en procesión, acomodada en un carro tirado por una burra, animal noble donde los hubiere, que año tras año viene haciéndolo por expreso deseo de José María, al que apodan "El Cojíco", dueño del animal al que cuida con esmero. 

Dejando atrás el barrio de San Francisco tiró por la calle Eras para llegar a la calle que le es otorgada en el callejero de la Villa y, allí, como aconteciera en las distintas paradas programadas y, antes, en el ofertorio de la misa, la gran cantidad de parejas de bailadores bailaron delante de la Imagen, para pasar luego a la Plaza de Nuestra Señora del Carmen donde las campanas de la torre del convento de San José (El Carmen) le dio la bienvenida con su tañido metálico.

La procesión la habría la banda de tambores y tamboriles del Cristo de la juventud que, como te decía ayer, tiene su asiento en la parroquia de San Francisco. La seguían los animales que habrían de ser bendecidos, una vez terminada la procesión, frente al templete de Cristo Crucificado que se levanta en mitad de la avenida de San Jaime. 

Pasaron caballos con sus jinetes, pasaron perros grandes y pequeñicos, pasaron mascoticas  en jaulas o en las manos de los niños, pasaron niños ataviados con los vestiditos típicos del lugar, pasaron parejas de mayores igualmente ataviadas con los vestiduras típicas de los bailadores de los bailes del Niño, pasó la Sagrada Imagen del Santo Antón en lo alto del carro, pasó Antonio Graciá Albero, cura coadjutor que presidía el acto, pasaron las autoridades, pasó una banda de música que se encargó de poner en movimiento a los bailadores, con las músicas de costumbre en cada una de las paradas y pasó muchísima gente devota del Santo Antón, como puedes ver en los vídeos que te adjunto y que, por ser mucho el gentío, no me fue fácil grabarlos. Pero que dan testimonio del acontecer en torno a la egregia figura de un Santo de los primeros tiempos del cristianismo que se mantiene, 20 siglos después, viva y pujante la devoción del pueblo fiel por Él.

Recibe mi saludo,mis 


¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

20.1.2025. Lunes. (C. 2.124).

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

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