ESTAMPA CAUDETANA.
LOS DE LA GOTITA DE MIEL.
En el corralón del convento de San José (El Carmen) crecen cinco higueras (la última no ha sido presentada en sociedad porque, antes de ayer, la trasladé de un tiesto a tierra. Ya te la presentaré en su momento,. Aunque, la verdad sea dicha, ya te hablé de ella y de tres limoneros, hace ya dos años, dándote a conocer que me habían sido regalados por la Hermana Rita, una Hermana de la Virgen María del Monte Carmelo, perteneciente a esa Institución Religiosa que nació aquí en esta Real Villa de Caudete a finales del siglo XIX.
No, hoy te quiero hablar de la higuera que le regalara, hace bastantes años, al Padre Ángel, un amigo médico que ejerciera en esta villa.
El fruto de esta higuera es conocido con el nombre de HIGOS DE LA GOTITA DE MIEL. Y, aunque las otras están apuntando maneras, es ésta la que les ha tomado la delantera y se ha sacado un par de frutas que van ya muy adelantadas aunque el espécimen del cual proceden se encuentra, actualmente, totalmente pelado, sin una hoja. Solo tiene esos dos higos y otro montoncito de coleguillas lilyputienses.
Y son ellos, los mellicicos, los abanderados en en esta entente en que estan incursos, no sólo las higueras, sino todos los árboles frutales, o no, que crecen en el Corralón del convento.
Esperemos que el tiempo no dé marcha atrás y no se cumpla aquello que sancionan los habitantes del valle de Peñarrubia y de Lamasón, aledaños a los Picos de Europa:
"Al invierno no se lo come el lobo".
La parejita de higos, tan monos, ellos, te acercan hoy mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
27.2.2025. Jueves. (C. 2.161).
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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