viernes, 23 de mayo de 2025

Mi amiga, la paloma torcaz.

ESTAMPA CAUDETANA 

MI AMIGA, LA PALOMA TORCAZ.

Al decir que una PALOMA TIRCAZ es UNA AMIGA, puede que des en pensar que me ha entrado una corrientecica de aire frío en el cerebro. Porque, es bien sabido que estos volatiles que cada verano buscan entre nosotros lugares de anidamiento y provisión de comida, son ariscos, aríscos, hasta no poder más, hasta dejarlo de sobra y de una manera contumaz. Y la afirmación es constatable por el comportamiento de esos pájaros grandes y hermosos aunque, con la repetición de su venir a nuestra Real Villa de Caudete, se han suavizado un tanto 

Pero LA TORCAZ a la que tengo por amiga, es un bichejo que viene haciendolo ya, desde años atrás, y ve que en mí, no hay animadversión, ni deseo de cohartar su libertad primigenia. Está viendo que la respeto y que la saludo a mí manera. Y, ella, me entiende porque me mira con sus ojos en los que yo no aprecio miedo ni aprehensión alguna.

Este año ha vuelto por las andadas, como viene haciéndolo en el pasado. Ha vuelto a su "casica" de otros años, a las pajitas que ha entrelazado entre las ramitas de uno de los cuatro cipreses que crecen y crecen buscando el cielo en el claustro barroco-toscano del convento de San José, (El Carmen). Precisamente, en el que se levanta delante de mi ventana y, en él, ha puesto los huevos y, ahora anda engüerando. Solo a tres metros del alféizar. 

Sale poco porque su fiel compañero la provee.  Sólo sale para bajar a beber en la tacita de la fuente a la que proveo yo de agua y para estirar las alas, como puedes ver en el vídeo que te adjunto 

Sí, mi AMIGA, LA PALOMA TORCAZ, engüera placenteramente, y sin sobresaltos, a tres metros de mi ventana. No tardará mucho en romper el cascarón su cría o sus crías y, entonces, tampoco me verá como depredador carroñero, ni tendrá miedo porque no seré yo quien provoque en ella sentimiento de miedo alguno, como tampoco lo hice el año pasado, ni en los anteriores. Seguiré abriendo mi ventana y seguiremos mirándonos uno a otro sin prevención alguna.

Recibe mi saludo, mis


¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

23.5.2025. Viernes (C. 2.240)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

Pd. Ya te hablaba, por estas fechas, el año pasado acerca de que un espécimen de esta familia que mi padre recogió en la carretera de Candeleda a Oropesa, con un ala rota a causa de un perdigonazo, se convirtió en "uno más" de la familia porque, a pesar de que mi padre le curó el ala, no pudo unirle los huesos y al no poder volar, permaneció en casa respetada y querida por todos, hasta por la gata que tenía  mi abuela Amalia, que era una felina de cuidado. Tan era así que, hasta levantaba la tapa de los pucheros del vecindario y con las uñas sacaba el morcillo que cocía con los garbanzos (Ita sic). Pero a la TORCAZ,  ni tocarla.

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