jueves, 17 de julio de 2025

Ayer tuvo lugar la Fiesta solemne de la Virgen del Monte Carmelo en el Convento de San José (el Carmen).

 ESTAMPA CAUDETANA.

AYER TUVO LUGAR LA FIESTA SOLEMNE DE LA VIRGEN DEL MONTE CARMELO EN EL CONVENTO DE SAN JOSÉ (EL CARMEN).

Un ¡viva a la Virgen del Carmen! llenó todo el ámbito de la iglesia conventual, abarrotado de fieles que se habían dado cita en ella para acompañar a los miembros de la comunidad carmelita en su día grande, en el día de la SOLEMNIDAD DE LA VIRGEN MARÍA DEL MONTE CARMELO. 

Fue  lanzado por el padre prior del convento y, este año, predicador de la novena, al finalizar la liturgia celebrada en honor de la VIRGEN, NUESTRA MADRE DEL CARMEN. La respuesta fue unánime, como un solo grito, sonó el ¡VIVA! salido de las gargantas de los asistentes.

En su homilía nos habló de la Virgen como aquella por la que nos llega a nosotros su propio Hijo y todo lo bueno que nos trae de parte de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, de Dios Trino.

Para entrar en tema nos contó la grata sorpresa que  experimentó un carmelita holandés, el P. Carlos Mesters (*) cuando en cierta ocasión visitó la provincia carmelita de Andalucía y al hacerlo observó cómo, en todos y cada uno de los pueblos, principalmente aquellos que bañan las aguas de la mar, es proclamada la Virgen del Carmen y llevada en procesión por las calles de pueblos y ciudades y también por las aguas de sus bahías. Manifestaciones populares que también existen en otros pueblos con la Madre del Señor a la que se invoca con distintos nombres. Le llamó, sí, profundamente la atención esa devoción acendrada de la gente para con la Madre del Señor, cualquiera fuere su advocación con la que se le invocare, pues en sus tierras holandesas, esas manifestaciones de fe popular no se dan.

Después de aquella experiencia puso por escrito, él, un gran hacedor de libros, principalmente bíblicos adaptados a las gentes del lugar donde desarrolla su vida misionera, por excelencia en las vastas regiones del interior del Brasil como, por ejemplo, Minas Gueráis, la fe de un pueblo, el español, en aquella que nos engendró a Jesús, el Cristo, el Señor. Lo explicó empleando las metáforas de pozos y de un gran río. 

Los pozos, con sus vistosos brocales, representan a la Virgen en las distintas advocaciones con que es venerada en los distintos lugares, Gracia, aquí en Caudete ; Llanos, en Albacete; Belén, en Almansa;  Peñitas en mi pueblo de Oropesa (Toledo). 

Y el río, es Cristo, su Hijo, la corriente salvífica del que se extrae a travé de esos pozos el agua que vivifica. Y todos los pozos son uno solo  con los nombres de los distintos lugares donde se la da culto y veneración.

Luego centró su disertación, el padre predicador, sobre la VIRGEN MARÍA DEL MONTE CARMELO, Nuestro Pozo,  a la que estamos celebrando solemnemente en su día. Habló de sus desvelos por nosotros, sus hijos, por las atenciones que con nosotros tiene; recordó su signo de protección del que hablara, largo y tendido, el día anterior, El Santo Escapulario.

 Citó a Víctor Hugo para decirnos que:

"los brazos de una madre están hechos de ternura y los niños duermen profundamente en ellos ". 

Además, afirmó que:

" el porvenir de un hijo es siempre obra de su madre ".

Para Víctor Hugo, "la madre es una figura central en la vida humana, tanto a nivel individual como social, y su amor y cuidados son esenciales para el desarrollo y bienestar de los hijos y de la sociedad en su conjunto".

Todo ello para resaltar la importantísima labor que desempeña la Virgen María a la que celebramos hoy, por ayer,  en su advocación del MONTE CARMELO.

Y, sí, el predicador habló mucho de la Virgen María del MONTE CARMELO y de su papel de Madre de los Carmelitas y de todo fiel cristiano

Recibe mi saludo, mis 


¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

17.7.2025. Jueves. (C. 2.288).

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

(*) En los tiempos en que ejercí la docencia en el CEU. San Pablo de Montepríncipe en Boadilla del Monte (Madrid), me serví de uno de sus maravillosos libros "Abraham y Sara" en el que, de la mano de un humilde matrimonio de "poseiros" explicaba, de modo sencillo y actualísimo, el avatar del Padre de los Hebreos, de Abraham, emigrando en busca de la tierra prometida. 

Cada alumno, (eran muchos, siete grupos por línea de 40 a 45 alumnos) debía proveerse de un ejemplar para completar su estudio mediante un diálogo fluido en clase. La editorial Paulina, con gran extrañeza, tuvo que hacer varias ediciones.

(Foto del libro citado de Carlos Mesters O. Carm. "Abraham y Sara").

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