ESTAMPA CAUDETANA.
SON NIÑOS.
Sí, son niños y como tales, viven el presente, la inmediatez pero empujados por su impulso que nada tiene que ver con los elementos, las circunstancias a las que se lanzan y en las que se abandonan.
Bendita época "cachorrera", que
define el decir sabio del pueblo llano, esa época gratificante por la que pasa todo mamífero, el bípedo humano, entre ellos.
Así los sentí, primero, cuando me acercaba a la Glorieta de la Cruz, en la tarde de ayer, y así los vi inmediatamente después, cuando apareció ante mí el monumento y, a ellos, subidos en la plataforma que sustenta la Sagrada Imagen de la Patrona esculpida en piedra. Dos ñacos del lugar, seguramente hermanos, subidos en lo alto, buscando medirse con Ella, con la imagencica de la Patrona, la Virgen de Gracia a la que, precisamente ahora, estamos rezando una novena en su honor.
Quise fijar la imagen y los grititos de alborozo, ¡Lo habían conseguido! Y lo celebraban al modo y manera a como lo hace un alpinista tras conseguir llegar a la cima de una alta montaña.
No me dió tiempo. El chico mayor se había dejado caer de la plataforma arrastrando su traserico pedestal abajo mientras con la mano izquierda se agarra a a una de las columnas que soustentan LA CRUZ. Pero el pequeño, no. Y gritaba a su hermano para que le echara una mano, pues, algo de miedo sí que tenía
Los grititos eran de tiple y, su madre, que se encontraba en animada charra con otra comadre, pegó un brinco dejando plantada a aquella con la que departía y, en dos zancadas, se presentó a tiempo de agarrar al pequeño alpinista y bajarle al suelo del corralico donde quedaron jugando olvidándose del percance.
No sé qué les diría su Madre pero llorar, lo que es llorar, no lloraron, es decir, que su madre no puso en práctica aquel dicho que viene rebotando sobre la cresta de los siglos:
"las letras con sangre entran"
Vamos, que aquella madre no enarboló la zapatilla, mecanismo que siempre se utilizó para reafirmar conceptos.
Allí se quedaron los niños y, su Madre, se marchó a retomar la conversación interrumpida abruptamente.
Yo, por mi parte tiré por la Avda. de la Libertad para llegarme a las Jornetas que habría de llamarme, cuesta arriba con estos calores, hasta la parroquia de Santa Catalina.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
31.7.2925. Jueves. (C. 302).
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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