Detalle que dice mucho.

ESTAMPA CAUDETANA.

DETALLE QUE DICE MUCHO.

Hace unos días se nos fueron, en días sucesivos, uno detrás de otro, de esta Real Villa de Caudete, tres caudetanos. Dos vivían con nosotros, aquí en la Villa, y la tercera lo hacía en la capital, en Albacete. Los restos mortales de los tres, como acontece cuando un vecino fallece, salvo en muy contadas excepciones, fueron llevados, sus restos mortales, a la parroquia, en estos tres casos, a la de  Santa Catalina, para despedirlos Santa y dignamente porque fueron portadores del Señor y, al mismo tiempo, para orar a Dios Padre para que tuviera a bien ser Benévolo con ellos y recibiera en casa a sus almas, allí donde, según nos dijo Jesús hay sitio para tidos: "en la casa de mi Padre hay muchas estancias y voy a prepararnos sitio"(Jn 14,2-3).

Pues bien, en uno de ellos, no sé en cuál, los familiares del extinto, decidieron, concluidas que fueron las pompas fúnebres,  depositar el centro de flores que habría estado encima del féretro, a los pies de la Sagrada Imagen de Cristo, Padre de la Gran Misericordia.

Pudo ser debido a que el difunto hubiera pertenecido, en esta vida, a la Cofradía de Cristo, Padre la la gran Misericordia, o que obedeciera a un impulso de un familiar del finado, el caso es que ahí sigue estando, como ofrenda, ese centro de flores a los pies de la Sagrada Imagen de Cristo.

Y, para mí, que lo descubrí cuando me acerqué a la parroquia para celebrar la Sagrada Eucaristía, supuso una especie de aldabonazo, de llamada de atención, UN DETALLE QUE DICE MUCHO acerca de la fe de aquel o aquellos que decidieron depositar el centro floral en aquel lugar. 

Con toda seguridad no les movería el adornar la capilla dedicada al Cristo, Padre de la Gran Misericordia, sino como una oración de alabanza al Señor y, a la vez, de súplica en favor de aquel que, mientras vivió sometido a la contingencia, estuvo unido a ellos con lazos de amor, para que ahora, rotos sus lazos con ellos, viva feliz junto a Él, a Cristo, pura Misericordias Divina humanizada en Él, en Jesús, Segunda Persona de la Santísima Trinidad, que asumió todo lo nuestro, salvo el pecado, hasta la misma muerte y, ésta, crudelísima.

Recibe mi saludo, mis

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

5.11.2025. Miércoles. (C. 2.384).

P. Alfonso Herrera. Carmelita.