ESTAMPA CAUDETANA.
FRANCISCO (ALBERTO) MARCO ALEMÁN.
Todo comenzó el 30 de agosto de 1936. Se encontraba el bueno de Alberto, nombre que adoptó al entrar en la orden del Carmen, Francisco, el nombre que le impusieron al bautizarle en la parroquia de Santa Catalina de esta Real Villa de Caudete. Si, todo comenzó aquel día en que unos milicianos llegaron al número 57 de la calle Velázquez de Madrid, sita muy cerca del convento de Santa María del Monte Carmelo, comunidad de la que él era el prior. Allí se encontraba porque habían decidido en comunidad poco antes, dadas las circunstancias que se estaban dando en el momento y atendiendo a las indicaciones de amigos de la Comunidad. Había encontrado lugar de refugio a la espera de que pasaran los vientos revolucionarios del momento y pudiera salir nuevamente a continuar con su vida normal. Le amparaban una señora mayor y su hermana atendidas por una fiel sirvienta.
Fue detenido y llevado a la checa, creo que de Fomento, y allí el jefe chequista le espetó:
"se le acusa a usted de predicar en sus sermones contra la República".
" Se equivocan los que tal cosa le han comunicado porque yo en mis sermones solo predico a Cristo y Cristo resucitado"
A lo que el jefe de la checa le dijo:
"mire usted, comprenda que no debo ponerle en libertad. Tengo que retenerle de acuerdo con la ley".
Y fue llevado a la cárcel de Díaz Porlier, calle madrileña que, por cierto atraviesa la calle Ayala en cuyo número 35 tenía su asiento el convento de los Padres Carmelitas del que él era el prior.
Y fue el día 24 de noviembre de aquel año cuando, en su madrugada, fue despertado por un miliciano que le dijo:
" Levántate, vístete y recoge tus cosas que enseguida vuelvo".
Y, en medio de muchos sufrimientos, porque padecía fuertemente del hígado, se levantó y esperó. Ya sabía que su hora había llegado porque le habían llegado noticias por la mañana del día anterior acerca de que al día siguiente lo iban a sacar para llevarlo a fusilar.
"Todo está en las manos de Dios, cúmplase su voluntad. Reza por mí", le dijo a un compañero de celda. Y, sí, aquel día 24 de noviembre de 1936, va a hacer dentro de seis días 89 años, cayó acribillado junto a otros muchos que fueron sacados aquella madrugada, sobre otra tanda que les habían precedido en el triste fin.
Allí, en esa fosa, yo la he visto en una ocasión en que fui a hacerle una visita, permanecen mezcladas sus reliquias con las de tantos, cuantos cupieron en aquella larga y gran fosa cavada para sepultar a los martirizados. Un sencillo monumento recuerda el hecho y el lugar donde tuvo lugar. Fue puesto allí por sus hermanos carmelitas que sobrevivieron al conflicto civil de 1936 al 1939, tras haber lncoado su proceso de canonización junto al de otros icho jóvenes carmelitas de Castilla La Vieja fusilados en la tapia del cementerio de Carabanchel Bajo (tenían entre 17 y 21 años).
¿Por qué te lo saco a colación en mi saludo de hoy y no el día aniversario de aquel en que tuvo lugar su martirio?
Pues porque en la ordenación de las prácticas litúrgicas de la diócesis de Albacete, el día señalado para hacer memoria de su fiesta litúrgica es hoy. Y, hoy, en el convento de San José ( El Carmen) donde él fuera monaguillo, emitiera sus votos religiosos y cantara su primera misa, hemos rezado el Oficio Divino de un mártir en su honor. Y, en el monasterio de las monjas Carmelitas de la Villa, donde es priora JOSEFINA de la familia de "los Monjo", una pariente del Beato Alberto, yo he celebrado la misa haciéndolo a él objeto de la memoria en honor de Dios Uno y Trino.
Además el asunto vino rodado porque en el día de ayer, Antonio Conejero Rodríguez, Presidente de la Asociación Cultural "Amigos de la Historia Caudetana" y José Juan Gavilán, avezado estudioso de la acontecer Caudetano, me llevaron de visita al lugares eminentemente significativos para la historia de la fe de esta vida caudetana. Me estoy refiriendo al lugar donde el 29 de septiembre del año 1936 fueron inmolados 14 caudetanos, siete mujeres y siete hombres, en el caso de las siete mujeres su causa de santificación está introducida en la diócesis a la espera de que vaya progresando y pase a Roma y podamos ver pronto a aquellas virtuosísimas mujeres en los altares como estamos viendo al día de hoy al paisano Alberto Marco alemán.
No hace muchos días un grupito de caudetanos con Antonio al frente, con motivo, precisamente, del 89 ANIVERSARIO de aquel acto tan alevoso, colocaron una cruz junto a un almendro
con la leyenda:
29.9.1936
Aquí fueron martirizados por su fé
7 caudetanos y
7 caudetanas.
In MEMORIAM.
Era, por aquel entonces, una finca o bancal a orillas del camino que comunicaba el centro de la península con Alicante. En el término de Almansa. Frente a El Cerro de las Almas, unos metros más adelante de lo que fuera El Ventorrillo donde unos milicianos provectos "emborracharon" a gentes joven para animarles ha llevar a cavo tal salvajada.
En el bancal que, en la actualidad está en barbecho se ve un caminito hecho por el paso de gentes que visitan el lugar.
Yo entré en el lugar para recoger un poquito de esa tierra que empaparon con su sangre 14 caudetanos por su fé impertérrita en Dios. Confieso que al pisar el lugar sentí algo en mi interior, como una especie de corriente, como si fuera un calambrazo, que subía desde los pies hasta la cabeza, con efectos que, en modo alguno, fueron dañinos.
Luego de rezar un responso por el eterno descanso de los allí martirizados en el que pedimos a Dios que se agilizara el proceso y canonización de las mujeres martirizadas allí y por todos los caídos en aquel tiempo, me llevaron hasta el lugar donde fueron martirizados los once miembros de la comunidad de Agustinos de El Palacio, en el término de Fuente La Higuera, en una propiedad de Manuel Soler, siendo uno de sus empleados testigo presencial del crimen del fusilamiento.. escribe el agustino P. Atilano Sanz Pascual en su libro "Dolor Agustiniano:
"A eso del mediodía del 5 de agosto sentí el ruido de un camión por la carretera de Valencia, el cual paró junto al camino de carros del servicio de tierras. Vi que bajaban del camión once personas de ropa de seglar, todas ellas desconocidas para mí. Les dijeron que subieran por el camino, y uno tras otro fueron subiendo cosas de 200 m, hasta la primera curva donde se forman un ribazo de un metro de altura sobre el nivel de la tierra. Los colocaron en semicírculo y uno de los asesinos se llegó a mí para decirme que me retirara, porque iban a ejercitarse en el tiro al blanco, no fuera que alguna bala perdida... Obedecí prontamente, pero me quedé al acecho tras unos árboles próximos. No se me ocultó, pues, nada de lo sucedido. Oí entonces que uno de los religiosos, no sé quién, dijo esto, poco más o menos: ¡ánimo, a padres y hermanos! morimos por Dios y por ser religiosos. ¡Viva Cristo Rey! Sonó de pronto una descarga cerrada y vi rodar a los once. Todavía dijo uno; quizá el mismo:
"bendigamos esta tierra, que se riega con sangre de mártires".
¿Aun hablan?
Dijo uno de los asesinos, y dándole un tiro en la cabeza le saltó el cráneo en pedazos, alguno de los cuales llegó hasta mí, por encima del camino ".
Durante un tiempo, una cruz indicaba el lugar del martirio de los frailes agustinos que, durante el tiempo de hambruna padecieron hambre muchas gentes de Caudete, me decía María, una anciana a la que llevé la comunión en una ocasión, que sacaban a la puerta la marmita de comida y daban de comer a todos los que iban a por un plato de comida caliente y, ellos, comían, si sobraba, pero la hicieron desaparecer.
Es de esperar que no ocurra lo mismo con la que han colocado últimamente, en el lugar donde calleron los 14 caudetanos.
Recogí un poco de tierra del lugar. Pero esta vez no experimenté algo parecido a lo que sí sentí en el lugar del martirio de los 14 caudetanos.
Gracias, Antonio y gracias a José Juan porque habéis satisfecho un deseo largamente esperado por mí. Quedan pendientes para una ulterior ocasión visitar los lugares desde donde partieron para el cielo Florencia Caerols (+2.10.1936) y el de Miguel Abdón Senén, párroco (+10.11.1936).
Recibe mi saludo, mis
¡¡!BUENOS DÍAS!!!
18.11.2925. Martes. FIESTA LITÚRGICA DEL BEATO ALBERTO MARCO ALEMÁN, MARTIR CARMELITA DE ESTA VILLA DE CAUDETE.
(C. 2.396).
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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