sábado, 6 de enero de 2018

ESTAMPA CAUDETANA. Los Reyes Magos





ESTAMPA CAUDETANA.
BALTASAR. OFICINA DE CORREOS

Ya venían preparando la FIESTA DE LA ILUSIÓN. Hay un grupo en el pueblo que se ha formado en torno a los REYES MAGOS. Y su cometido es ese, preparar todo lo necesario. Ahí arriba tienes una muestra. Han repartido por todo el Pueblo unos buzones con la efigie de los REYES MAGOS para que los niños depositen sus cartitas pidiendo regalos.
Corrió por el pueblo como la pólvora el pasado día 4. Unos hombres vestidos con ropajes de colorines y pantalones bombachos traían noticia de que estaban para llegar los REYES MAGOS de un momento a otro y que éste año iban a plantar el campamento en lo alto de la sierra de Santa Bárbara (el año pasado se afincaron en el Castillo). Y fue cierto. Toda la noche hubo luz allí arriba. Alguien del pueblo (todavía no los conozco a todos) me dijo que estaban preparando los regalos que tendrían que entregar en la noche del día siguiente a los niños de CAUDETE. Me lo dijo con tal  firmeza, puso tal empeño en darme la información, que me lo creí "a pies juntillas". Allí arriba, en la sierra de SANTA BÁRBARA ya se encontraban LOS SANTOS REYES MAGOS con su séquito respectivo. (Estos REYES DE AHORA no son sabios como aquellos pues me he enterado de que cuando asistan a la misa mayor de hoy no van a ser requeridos por el cura párroco para que cuenten la epopeya y avatares de su gesta, no vayan los niños a descubrir su identidad por el tono de la voz y se disipe la ilusión de la gente menuda y se venga todo abajo).

Por la mañana de ayer mandaron un destacamento de sirvientes que recorrieron las calles del pueblo anunciando, mediante la lectura de un edicto escrito en pergamino por el que se comunicaba al pueblo que "cuando el sol del cielo se echara  la capa por encima y se retirara a descansar, harían acto de presencia sus MAGESTADES, LOS REYES MAGOS con su cargamento de juguetes para hacerles entrega de ellos a los niños buenos que se hubieran portado bien durante el año pasado.

Yo sorprendí el pasacalles en la Plaza del Carmen. Allí escuché el retumbar de tambores. Allí escuché canciones traídas de no sé dónde. Allí escuché la lectura del edicto que escribieran los REYES MAGOS, de una voz timbrada, sonora y limpia de una mujer que se alzaba por encima del murmullo del pueblo, y que venía acompañada por la alegre mesnada, que habían mandado, como avanzadilla, Los TRES SANTOS REYES MAGOS.

Con exquisita puntualidad aparecieron los REYES a las SEIS Y MEDIA de la tarde, de ayer. La oscuridad comenzaba a tender su manto sobre todo el pueblo, cuando se dejó oír el ruido de un tropel grande precedido del tambor y de tamboriles. Por fin aparecieron los REYES. Me llamó poderosamente la atención que en la cabalgata real ni uno solo de los REYES iba a grupas de un camélido sino en tres carrozas engalanadas con toda clase de adornos. Eran, cada una, una explosión  de luz que vestían de día todo el entorno y a todo caudetano que había salido de sus casas para no perderse el acontecimiento
¡NOS VISITABAN LOS REYES!
y que jalonaban las calles por donde pasaba la comitiva real.
Ver a los niños, nevados de confetis y papelinas correteando de un lado para otro en busca de “Chupa chups y piruletas" con el nombre del patrocinador escrito en el papel que los envolvía, era como ver el cielo.
Terminado el reparto de juguetes por todo el pueblo, enfilaron la calle Molino abajo, mi calle, para retirarse a su campamento en la Sierra de Santa Bárbara, no sin antes dejarme a mí un regalito tan lindo y bueno, como inesperado. Gracias Reyes Magos.


Un brioso corcel escapó de la cabalgata real un momentico, para acercarte mi saludo, mis

               ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
6.1.2018 Sábado. SOLEMNIDAD DE LOS SANTOS REYES. P. Alfonso Herrera. O. C.




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