ESTAMPA FORÁNEA.
EL PARQUE BERLÍN.
- Antes de ser trasladado a Caudete, cuántas veces me serví
de las distintas especies arbóreas, de tantas instantáneas de lugares Recoletos
del parque Berlín de la ciudad de Madrid (el parque Berlín es un parque
pequeño, pequeñito diría yo, casi de juguete y nuevo, relativamente nuevo. Está en formación, pero que alberga y da
placer a una multitud de gente que suele llenar paseos y parterres y, cuando el
tiempo lo permite, se sienta en los bancos, estratégicamente situados, para
tomar el sol o para permanecer en los bancos leyendo un libro que sostienen en
las manos o, en su caso, haciendo juegos con el telefonillo o atendiendo a las
llamadas de gentes que hoy no vinieron al parque. Pero, muy de mañana, quiénes
campan a su aire son decenas de chuchos que se lo pasan a lo grande, mientras
sus dueños cambian impresiones acerca de lo que pasa o de lo que sea, porque
eso a nadie le importa, salvo que se hable de asuntos perrunos y entre estos
asuntos, los que afecten directamente al de cada uno de ellos.
Al mismo tiempo en que los perros ponen en práctica su vida
cachorrera, corriendo detrás de una pelota, trayendo una madera, echándose a la
alberca del monumento o cualquier otro invento que se hayan sacado de la
chistera sus respectivos dueños..., en
el espacio destinado a los niños que, a estas horas, si son bebés están en la
camita o en la guardería y, si son mayorcitos, están en el colegio, un buen
grupo de gente provecta, mayor, siguiendo las pautas y las indicaciones de uno
de ellos, no importa si son hombres o mujeres, rigurosamente lo hacen por
turno, y en medio de un silencio sembrado de gorgéos y trinos de los pájaritos
que pululan por entre el follage de los árboles, ejercitan muy bien su cuerpo,
eso sí, con delicadeza, yo diría que con mimo, inflan su pecho de aire, lo
expelen muy despacito, se agachan, extienden sus brazos moviéndolos imitando el
avanzar de una serpiente, hacen un giro a un lado y a otro. Miran al cielo,
permanecen quietos, como una estatua, haciendo no sé qué de movimientos gimnásticos
importados del oriente de allí de donde sale el sol en el Japón.
Dentro del mismo cuadro se ve una buena cantidad de personas
provistas de largos bastones, que semejan a los esquíes, caminan a buen paso, casi como soldados, en
lo que se denomina MARCHA NÓRDICA.
Sí, el parque de Berlín es pequeñito pero acoge dentro de si, gran manifestación de actuaciones,
ejercicios y tiempo libre bien empleado por las gentes del entorno. Yo
volviendo a mi antigua casa en el autobús número 52 no puedo, por menos, que
sacar mi telefonillo y tomar esas dos instantáneas mientras bajaba por la calle
Ramón y Cajal antes de torcer a Víctor de la Serna.
Con ellas o en ellas,
como quieras, te mando hoy me saludó, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS
DÍAS!!!!!!
26.4.2018 Jueves P. Alfonso Herrera. O. C.
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