jueves, 8 de noviembre de 2018

El Baptisterio de San Francisco


ESTAMPA CAUDETANA.
EL BAPTISTERIO DE SAN FRANCISCO.

En el rincón del fondo de la nave de la parroquia de SAN FRANCISCO se encuentra el baptisterio. (En mi pueblo de Oropesa, también se encuentra al fondo, en una capilla, muy espaciosa, entre la puerta que da al sur [hay otra que da al norte] y la principal que mira al oeste desde la que se contempla, cuando uno accede al templo, a lo lejos, el presbiterio con un retablo traído de un pueblo de Ávila, porque el primigenio desapareció en tiempos para olvidar, en el que las calles se encuentran separadas por columnas salomónicas y, en el centro, la titular, NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN. La parroquia de mi pueblo es muy grande. Desde su construcción, ya hay noticias de que existía en el siglo XII con torre románica, pues de ese siglo viene la fachada, siempre tuvo vocación de catedral y es que, claro, era como una prolongación del palacio desde el que se llegaba a ella a través de un pasadizo del que, todavía se conservan algunos arcos. Luego, más tarde, el que fuera discípulo de HERRERA, el artífice de el Escorial, Don Francisco de Mora, reedificó el templo concluyendo las obras en 1605. En ella, en la capilla, se encuentran los restos mortales del que fuera IV° Virrey del Perú, Don Francisco Álvarez de Toledo, natural que fue del pueblo.)
Hoy no se usa el baptisterio de San Francisco. Hoy los bautizos se realizan en el centro de la iglesia junto al presbiterio.
Pero en tiempos sí que se oficiaba el sacramento en su lugar específico cuando era dentro de la iglesia porque, en otros tiempos, el baptisterio estaba construído extramuros de la misma. Y para entonces, para aquellos tiempos, también para éstos, Marina, hija de Pedro Torres Cotarelo, del que te he hablado otras veces, que también le da al noble arte de los pinceles, dejó en la pared, al fresco, esa estupenda y evocadora pintura del momento del BAUTISMO DEL SEÑOR, en el río Jordán, llevado a efecto por su pariente JUAN, EL BAUTISTA.
Siempre tuve el deseo de conocer y charlar con la viuda y con Marina, la hija de Pedro Torres Cotarelo y la ocasión se me presentó cuando hizo un alto la procesión de NUESTRA MADRE LA VIRGEN DE GRACIA el pasado día siete de septiembre, en la glorieta de La Cruz, porque es costumbre de siempre que el clero deje en la casa que fuera del pintor y ahora, lugar donde pasan algunas temporadas su viuda y su hija, los ornamentos para vestirlos una vez que, las autoridades y el cortejo  procesional, hubieron repuesto fuerzas. Fue entonces cuando, entre otras muchas cosas, le dije que tenía noticias de ella por su obra del BAUTISMO DEL SEÑOR en la iglesia de San Francisco donde tanta huella dejara su padre y, también, su madre, cuando reconstruyeron la parroquia (1944), una vez que pasó aquella contienda fratricida que tuvo lugar en el primer tercio del siglo pasado. Se rió y no hizo comentario alguno.

Con la estampa del Bautismo del Señor, que pintara Marina Torres en la Parroquia de San Francisco, te va mi saludo, mis

          ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
8.11.2018. Jueves. P. Alfonso Herrera, O. C.

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