miércoles, 7 de noviembre de 2018

El Escaparate de Llorens




ESTAMPA CAUDETANA
EL ESCAPARATE DE LLORENS
Esta semana me toca bajar a la parroquia de San Francisco. Cuando salíamos de celebrar la Eucaristía ya había ocupado la oscuridad de la noche el terreno caudetano que había dejado abandonado el sol al que los políticos le han mandado a descansar con una hora de antelación y que, para ahorrar unos maravedíes, dicen los gerifaltes. Claro que, al pobre sol, le sacan por la mañanita, el brillo del que le habían privado la tarde anterior.
Caminaba calle El molino arriba en compañia de Domingo, el sacristán de la parroquia. Al llegar a la puerta de su casa seguí solo acera adelante hasta que llegué a  Llorens. Tuve que detenerme. El escaparate llenaba de luz toda la acera. Pero no solo la acera, Iluminaba toda una recreación de los inicios, del echar a andar, de la primera comparsa cuadetana, LA ANTIGUA. Todo en el escaparate , estos de Llorente son unos artistas sin igual en eso de mandar mensajes, desde dentro del negocio, hasta más allá del grueso cristal, al viandante, nos ofrecía, de modo maravilloso, la recreación de una estampa caudetana de hace siglo y medio.
Faltan todavía cuatro meses, cuatro, para la SEMANA FESTERA, y, ya, Llorente crea ambiente y ofrece primores para las próximas fiestas patronales de 2019.
Ese ato que vestirá una guapa miembro de la comparsa de LA ANTIGUA, lo llena todo. Llena el escaparate, llena la expectativa esperanzada de una mocita caudetana que tenga compromiso con LA ANTIGUA, llena, como es mi caso, al que pasa por delante de la tienda de Llorens y se para a darse el gustazo de contemplar semejante obra de arte.
De gustos, se dice, que "no hay nada escrito, y mucho". Pues, la verdad, cuando ayer tarde me paré ante el escaparate de Llorens tengo que confesar que su contemplación me llenó de gozo, vamos que me gustó un montón.
Todavía ocupa lugar importante en mi memoria el ato de las chicas de LA ANTIGUA que acompañaban a los volanticos en las pasadas fiestas de MOROS Y CRISTIANOS EN HONOR DE LA VIRGEN DE GRACIA Y DE SAN BLAS.
¡Me impactaron!
Ya habían cerrado el local pero todo él quedaba iluminado, como queda iluminado, durante un rato, el día cuando el sol se deja caer más allá de horizonte.
En el fondo, hábilmente colocados en respaldos de sillas o dejándose caer por la pared abajo, unos mantones preciosos que, no solo lucirán extraordinariamente en hombros y talle de la mujer caudetana, sino que, sobre todo, será el elemento que más realce a aquella que lo vista y luzca. Y, en el centro del escaparate, él, el vestido de la chica de LA ANTIGUA.
¿Y el velocípedo? El velocípedo ( del latín, "pies rápidos") no tiene otro fin, creo yo, que resaltar el vestido de la dama de LA ANTIGUA y de paso situar el origen de la misma Comparsa de LA ANTIGUA  pues, semejante vehículo, lo inventó un francés llamado James Stanley en el lejano 1870 y comenzó a comercializarlo unos años después.
No lo sé, pero posiblemente era conocedor el francés del diseño que realizara Leonardo Da Vinci de un artilugio semejante con dos ruedas en línea, grande, la delantera y la trasera, pequeña.
El velocípedo, pues, pienso que es el símbolo del que se sirve Llorens para situar el origen de LA ANTIGUA porque he oído que la Comparsa es poseedora de una bandera, la primera, con el nombre de LA ANTIGUA fechada en 1880. Y el acta de la primera reunión de que se tiene noticia, he leído por ahí, que es de 1887.
Así que, con tino, estos chicos de Llorens, nos informan del ato de la mujer de LA ANTIGUA que es, sin duda alguna, el que vistiera la mujer en el último tercio del siglo XIX y, claro está, decirnos cuándo nació la COMPARSA DE LA ANTIGUA hacia 1870-1880 a la que con posterioridad se unirán las restantes comparsas que hoy existen y que rememoran aquellas gestas del conquistador Jaime I°, todo en honor de NUESTRA SEÑORA DE GRACIA, en las fiestas patronales de MOROS Y CRISTIANOS.
Ahí te va mi saludo, mis

          ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
7.11.2018. Miércoles. P. Alfonso Herrera, O. C.

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