ESTAMPA CAUDETANA.
SANTA BÁRBARA.
SANTA BÁRBARA.
Hoy, sí. Hoy es la fiesta de SANTA BÁRBARA (y no el día 2 como te había
indicado antes de ayer) aquella mujer que no se dejó engatusar los halagos de
un Imperio Romano que gustaba de sobresalir, no importaba cómo, pero sí por la
fuerza sin dejar, por ello, de sobornar con engaños a especímenes crédulos que,
al oír propuestas placenteras caían como pobres pájaros en el lazo o en
la red del cazador (Salmo 91, 3-5).
Con ella no pudieron. Estaban en pleno siglo III. En el año 273 vino la criatura en Izturit, Turquía y la echaron de este mundo después de cruentos tormentos en Nicomedia cuando el siglo siguiente ya tenía seis añitos (306).
El padre, un tal Dióscoro, con muy pocas luces no consiguió que su hija dejara la fe en Cristo y se dedicara a echarle incienso a sus ídolos particulares. La encerró en una torre a la que perforó dos ventanas. Tuvo que ausentarse el padre por algún asunto que no nos ha llegado, ocasión que aprovechó la muchacha para que los albañiles le abrieran una tercera ventana y así, ella, se adelantó ocho siglos a los absides románicos, para ilustrar su fe trinitaria. Cuando volvió el padre montó en cólera y la llevó, él mismo, al martirio (haciendo realidad aquel aviso de Jesús a sus seguidores de todos los tiempos. Mateo 10, 20-25) que consistió en hacer de ella una carnicería hasta que la separaron la cabeza de un espadazo (tradición hay que nos trae la noticia de que fue el cazurro de su padre quien se la "devolvió" al Creador). Pero no fue sola, porque la leyenda en torno a la santa virgen y mártir BÁRBARA, nos hace saber que cuando bajaba desde el lugar del sacrificio de la hija, le pegó de lleno un rayo y le dejó asadito en el sitio. Estoy seguro de que Dios permitiría a Bárbara esperar a su desnaturalizado padre para emprender el viaje juntitos.
Yo no llegué a tener noticia de esta SANTA VIRGEN MARTIR cuando arribé a Caudete donde existe una cofradía muy activa que se cuida de la ermita edificada en todo lo alto de la sierra de la Oliva abanicada, no solo por los vientos procedentes de los cuatro puntos cardinales, sino por aquel que le insuflan los molinos de aire, que se pinan en toda la cresta de la sierra, cuando mueven sus aspas grandotas Recuerdo que mi madre tenía un miedo cerval a las tormentas. Cuando los rayos se hacían visibles en sus ziz-zaz adelantándose a los poderosos truenos que movían la casa desde sus cimientos, nos llamaba gritando. Nos metía en casa, en el comedor. Cerraba herméticamente puertas y ventanas. Nos ponía los pies en madera y quietecitos hasta que pasaba la tormenta camino de Madrid porque todas, todas, las tormentas nos las enviaba Portugal. Pero hasta que pasaban del todo mi madre tenía sus cosas con SANTA BÁRBARA. Allí, en mi casa, en mi más tierna infancia, tuve el primer conocimiento sobre esta joven VIRGEN MÁRTIR SANTA BÁRBARA.
Y eso ¿por qué?, ¿por qué SANTA BÁRBARA es protectora en las tormentas? Pues nos viene explicado en otra página de la leyenda creada en torno La SANTA. Esa página dice que después de haber descabezado Dióscoro a su hija en lo alto de un promontorio, bajaba aquel hombre tan bestia cuesta abajo y, como ya te he apuntado antes, le fulminó un rayo que se escapó de nubes enlutadas, negrísimas, tras asistir impotentes a la salvajada cometida con aquella joven creyente que fue fuerte como el bronce a la hora de otorgarse a sí misma antes de claudicar ante un padre y una sociedad enfermos y hueros.
En la parroquia de Santa Catalina, a la que está adherida la cofradía y ermita de SANTA BÁRBARA, se está celebrado con pompa y tronío un triduo en honor de la SANTA presidido y predicado por el párroco del lugar. P. Luis Torres Pérez, que tendrá su colofón a las 19,30 horas de hoy, día DE LA FIESTA LITÚRGICA con la celebración de la Eucaristía.
Mis plácemes a la COFRADÍA DE SANTA BÁRBARA en el día de su titular.
Con ella no pudieron. Estaban en pleno siglo III. En el año 273 vino la criatura en Izturit, Turquía y la echaron de este mundo después de cruentos tormentos en Nicomedia cuando el siglo siguiente ya tenía seis añitos (306).
El padre, un tal Dióscoro, con muy pocas luces no consiguió que su hija dejara la fe en Cristo y se dedicara a echarle incienso a sus ídolos particulares. La encerró en una torre a la que perforó dos ventanas. Tuvo que ausentarse el padre por algún asunto que no nos ha llegado, ocasión que aprovechó la muchacha para que los albañiles le abrieran una tercera ventana y así, ella, se adelantó ocho siglos a los absides románicos, para ilustrar su fe trinitaria. Cuando volvió el padre montó en cólera y la llevó, él mismo, al martirio (haciendo realidad aquel aviso de Jesús a sus seguidores de todos los tiempos. Mateo 10, 20-25) que consistió en hacer de ella una carnicería hasta que la separaron la cabeza de un espadazo (tradición hay que nos trae la noticia de que fue el cazurro de su padre quien se la "devolvió" al Creador). Pero no fue sola, porque la leyenda en torno a la santa virgen y mártir BÁRBARA, nos hace saber que cuando bajaba desde el lugar del sacrificio de la hija, le pegó de lleno un rayo y le dejó asadito en el sitio. Estoy seguro de que Dios permitiría a Bárbara esperar a su desnaturalizado padre para emprender el viaje juntitos.
Yo no llegué a tener noticia de esta SANTA VIRGEN MARTIR cuando arribé a Caudete donde existe una cofradía muy activa que se cuida de la ermita edificada en todo lo alto de la sierra de la Oliva abanicada, no solo por los vientos procedentes de los cuatro puntos cardinales, sino por aquel que le insuflan los molinos de aire, que se pinan en toda la cresta de la sierra, cuando mueven sus aspas grandotas Recuerdo que mi madre tenía un miedo cerval a las tormentas. Cuando los rayos se hacían visibles en sus ziz-zaz adelantándose a los poderosos truenos que movían la casa desde sus cimientos, nos llamaba gritando. Nos metía en casa, en el comedor. Cerraba herméticamente puertas y ventanas. Nos ponía los pies en madera y quietecitos hasta que pasaba la tormenta camino de Madrid porque todas, todas, las tormentas nos las enviaba Portugal. Pero hasta que pasaban del todo mi madre tenía sus cosas con SANTA BÁRBARA. Allí, en mi casa, en mi más tierna infancia, tuve el primer conocimiento sobre esta joven VIRGEN MÁRTIR SANTA BÁRBARA.
Y eso ¿por qué?, ¿por qué SANTA BÁRBARA es protectora en las tormentas? Pues nos viene explicado en otra página de la leyenda creada en torno La SANTA. Esa página dice que después de haber descabezado Dióscoro a su hija en lo alto de un promontorio, bajaba aquel hombre tan bestia cuesta abajo y, como ya te he apuntado antes, le fulminó un rayo que se escapó de nubes enlutadas, negrísimas, tras asistir impotentes a la salvajada cometida con aquella joven creyente que fue fuerte como el bronce a la hora de otorgarse a sí misma antes de claudicar ante un padre y una sociedad enfermos y hueros.
En la parroquia de Santa Catalina, a la que está adherida la cofradía y ermita de SANTA BÁRBARA, se está celebrado con pompa y tronío un triduo en honor de la SANTA presidido y predicado por el párroco del lugar. P. Luis Torres Pérez, que tendrá su colofón a las 19,30 horas de hoy, día DE LA FIESTA LITÚRGICA con la celebración de la Eucaristía.
Mis plácemes a la COFRADÍA DE SANTA BÁRBARA en el día de su titular.
Ahí se te acerca mi saludo, mis
¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!
4.12.2018. Martes. P. Alfonso Herrera, O. C.
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