ESTAMPA CAUDETANA.
LAS COSAS DEL CORAZÓN.
LAS COSAS DEL CORAZÓN.
Estos días de atrás lo vi. Fue al volver de la parroquia de San Francisco en
compañía de Domingo, el sacristán. Mientras él introducía la llave en el bombín
de la cerradura de su casa y nos despedíamos, me fijé en la pared de su vecino:
Un corazón y una leyenda, ¡Un mensaje!
Si bajas por la acera de los impares de la calle El Molino y llegas hasta el capicúa de los sietes, te encuentras la pintada.
Ahí la ves. Es toda una evocación. No importa si fue él o fue ella el artista que dejó estampada en la "muralla" la leyenda que habla a "grandes trazos, de amor". Lo que importa es el mensaje y así lo vería aquel a quien se dirigiera tal mensaje: el corazón del oferente, todo, para el amado, ¡TODO! y se lo dice con palabras escritas, indelebles "sólo a ti".
Sólo a ella, todo su corazón (o a él).
Sólo a ella, todo el torrente de amor que surge a borbotones de su joven corazón (o a él).
¡Qué linda es la adolescencia! Esa etapa en que todo en el ser humano en crecimiento es un volcán en erupción. Un volcán que, lejos de expulsar cenizas, gases y lava, es él quien sale lanzado al exterior de sí mismo a caballo de sus sentimientos o mejor convertido en sentimiento y, claro, ocurre lo que ocurre, que se estampa en la "muralla" y allí queda imprimido, tal cual es, para la persona que, hace poco, descubrió como distinta a sí mismo y que engloba, en sí, todo el mundo distinto a él, y tal fue el impacto, tan grande fue la sorpresa que, sin mirar pros y contras, se consagra en cuerpo y alma a esa otra persona distinta de sí mundo que le abre la puerta al mundo representado en ella.
En la pared del número 77 de la calle El Molino tienes al adolescente contemplando, desde el anagrama, el mundo que pasa por la calle y esperando que ella (o él) reciba el mensaje, le reciba a él.
Yo también te mando, con el mensaje, mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
29.1.2019. Martes. P. Alfonso Herrera, O. C.
Si bajas por la acera de los impares de la calle El Molino y llegas hasta el capicúa de los sietes, te encuentras la pintada.
Ahí la ves. Es toda una evocación. No importa si fue él o fue ella el artista que dejó estampada en la "muralla" la leyenda que habla a "grandes trazos, de amor". Lo que importa es el mensaje y así lo vería aquel a quien se dirigiera tal mensaje: el corazón del oferente, todo, para el amado, ¡TODO! y se lo dice con palabras escritas, indelebles "sólo a ti".
Sólo a ella, todo su corazón (o a él).
Sólo a ella, todo el torrente de amor que surge a borbotones de su joven corazón (o a él).
¡Qué linda es la adolescencia! Esa etapa en que todo en el ser humano en crecimiento es un volcán en erupción. Un volcán que, lejos de expulsar cenizas, gases y lava, es él quien sale lanzado al exterior de sí mismo a caballo de sus sentimientos o mejor convertido en sentimiento y, claro, ocurre lo que ocurre, que se estampa en la "muralla" y allí queda imprimido, tal cual es, para la persona que, hace poco, descubrió como distinta a sí mismo y que engloba, en sí, todo el mundo distinto a él, y tal fue el impacto, tan grande fue la sorpresa que, sin mirar pros y contras, se consagra en cuerpo y alma a esa otra persona distinta de sí mundo que le abre la puerta al mundo representado en ella.
En la pared del número 77 de la calle El Molino tienes al adolescente contemplando, desde el anagrama, el mundo que pasa por la calle y esperando que ella (o él) reciba el mensaje, le reciba a él.
Yo también te mando, con el mensaje, mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
29.1.2019. Martes. P. Alfonso Herrera, O. C.
Muy bonitas las palabras pero no veo bien que se pinten las paredes de las calles ,,que se lo escriba en una carta y se lo heche en su casa como haciamos antes,, buenos días P Alfonso
ResponderEliminarEs el sentimiento que abarca al ser humano.Motor auténtico que inspira acciones y mueve voluntades.En la ingenuidad y pureza del joven inocente e ignorante de lo que la vida en su adultez, en su desarrollo futuro podría no responder antes sus expectativas soñadoras. Jesús en su última cena sólo pidió que nos amaramos unos a otros. Que permaneciesemos en su amor.Con el correr del tiempo a veces parece imposible. Quizá es en la etapa juvenil y también en la vejez y enfermedad donde la luz del Espíritu nos guía con más claridad hacía El mismo. Gracias Padre por esos Buenos días tan bonitos.
ResponderEliminarMuy buenos días P .Alfonso, ya vemos como gran observador que es que no se le pasa nada sin ver aunque el mensaje es grande el escrito es muy escueto. Pero estoy con mi amiga Carmen , los mensaje más privados .Que tenga un buen día.
ResponderEliminarQue poco"romanticonas" son mis amigas.No hay que mezclar,las cosas del corazón,con la limpieza.Si me lo pintan en mi puerta, seguro que lo vería menos bonito.Cuando paseo,por San Antón,siempre miro el árbol"de los enamorados",la vieja olma,que a pesar de sus años,conserva los mensajes de muchas personas que no están ya con nosotros.Paz y amor!!!Buenos días nos dé Dios P.Alfonso!!!
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