lunes, 11 de mayo de 2020

Ain Karen


ESTAMPA CAUDETANA.
AIN KAREN.
        Foto (Gentileza de Sofía)
Cuando Zacarías, después de haber preparado una jofaina con agua y un paño y de haber dispuesto en un platito pan y sal para recibir al visitante, que llamaba con insistencia, abrió la puerta. Ambos  quedaron parados, de una pieza. Él, por la sorpresa de ver en el dintel de su puerta a su joven pariente, María de Galilea y, ella, al ver que su pariente, el sacerdote Zacarías, le daba el beso de acogida y le presentaba el agua para lavar el polvo del camino y el pan y la sal de bienvenida, pero no el Shalom acostumbrado, palabra que encierran, en el decir judaico, toda bendición, todo buen deseo, para la persona saludada. No era para menos, el primo Zacarías había perdido el habla, estaba mudo.
Resulta que seis meses antes, mientras se encontraba en el Santa Santorum del templo ofreciendo el incienso a Yhave durante la oración, tuvo una experiencia mística, una visión: un ángel se le apareció y, como si fuera un cartero, le dijo. "Zacarías, enhorabuena, el Señor te concede el que puedas, en el tiempo normal, sostener y acunar en tus brazos un hijo. Isabel, tu esposa, va a quedar embarazada y dará a luz un hijo a quien tú pondrás el nombre de Juan"
Zacarías, que ya tenía bien marcado un camino en su oración pidiéndole al Todopoderoso descendencia, viéndose a sí mismo, viejo y achacoso, sabiendo que su mujer, al igual que él, era mayor y el climaterio ya se había esfumado hasta de su recuerdo, dio más crédito a las circunstancias que se daban en el caso que a la potencia del poder divino y, claro, puso en duda la noticia. Dio en pensar que sería una flake neuw. Pero no por eso se iba a ver Dios desautorizado en su proyecto y así las cosas le comunicó por medio de su enviado: "permanecerás mudo hasta el feliz alumbramiento de tu hijo traído al mundo por Isabel, tu mujer".
Y mudo quedó.
Tan es así que al salir del Santa Santorum, no pudo articular palabra para despedir la oración y a toda la gente asistente.
Y en esas estaba cuando apareció en la puerta de su casa, su joven pariente, María, la de Nazaret.
Desde dentro de la estancia Isabel, que había sido testigo del encuentro entre su esposo y su pariente proclamó llena del Espíritu Santo en tono muy alto: "de dónde a mí que venga a verme la Madre de mi Señor. Dichosa tú qué has creído porque lo que se te ha dicho de parte del Señor, se cumplirá. Al oír tu voz de saludo, tu shalom, el niño qué hay en mí, salto de gozo, y, mientras se fundía en un abrazo con su pariente María, con la Madre de su Señor, le decía, Bienaventurada eres, hermosa mía, entre todas las mujeres y Bendito es el Fruto de tu vientre. Bienvenida seas a la humilde casa de tu sierva".
Sin pretenderlo continuó conformando la preciosa oración que iniciara el Arcángel Gabriel con su saludo y que es la que todo fiel cristiano dirige a la Madre de Dios y Madre nuestra, La Virgen María "EL AVE MARÍA", en el correr de los tiempos.
Y sin soltarse del abrazo, María, la recién llegada, prorrumpió en un canto de agradecimiento a Dios por la elección de que ha sido objeto y que compuso a base del agradecimiento de todo un pueblo a lo largo de su historia:
"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humildad de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y Su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes ya los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Nada nos dice Lucas acerca de cómo se quedaría el bueno de Zacarías, el sacerdote. Él, el que andaba siempre en contacto con la divinidad asiste atónito, sí, atónito al encuentro sublime de dos mujeres que están dándole a conocer los grandes proyectos de Dios. Pero lo que más le mosquearía, máxime cuando no podía intervenir a causa de su mudez, es que Dios encomendara a dos mujeres, sí, a dos mujeres que, en un contexto social, como era aquel en el que se movían, eminentemente patriarcalista, ¡era inconcebible!
Una, la pariente galilea, escogida para Madre del Enviado de Dios, de su Hijo, y la otra, su mujer, a la que el Espíritu Santo la hace objeto de su revelación pues, nadie más podía haberlo hecho, acerca de que aquella muchacha recién llegada, era, ni más, ni menos, que LA MADRE DE DIOS.
Pienso que muchos pelos de la barba del buen sacerdote habrían pasado a sus manos al mesársela con violencia y, el pobre, sin poder articular palabra. ¡Para volverse loco!, diría el buen hombre. Y es que no hay quien sea capaz de comprender el proceder de Dios, porque,  lo suyo hubiera sido nacer en una familia con prosapia y abolengo y en un palacio de la capital y, no obstante, pone en marcha la obra de LA REDENCIÓN a través de dos mujerucas desconocidas, de pueblo:
- De una doncella nazaretana, nacerá el Restaurador de la raza humana, el Hijo de Dios,
- Y de una anciana, que era estéril, y, además, privada de toda posibilidad de engendrar una nueva vida, debido a sus muchos años, iba a nacer el Precursor, Juan el Bautista.
No habrían de pasar muchos días antes de que, en la casa del pariente sacerdote Zacarías,  se diera cita el resto de la familia de María al pasar para la celebración de la FIESTA DE LA PASCUA.
Una mujer más se encontraba ya al tanto del asunto que partiría la historia en dos, EL NACIMIENTO DEL HIJO DE DIOS, porque el pobre Zacarías, aunque lo sabía, acababa de escucharlo, no podía propagarlo porque estaba mudo y el esposo, José, por las circunstancias que corrían en el caso, tampoco podía hacerlo.

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
11.5.2020. Lunes. Día 58 de confinamiento.
P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.

4 comentarios:

  1. Fina Solera Rodriguez11 de mayo de 2020, 0:33

    Buenos Días P. Alfonso . Si el sábado día 9 nos contó como la Virgen Maria preparó su viaje de amor para reunirse con su prima Isabel . Hoy nos cuenta igual de bien su llegada y encuentro con Zacarias el cual había enmudecido al recibir la noticia de que iba a ser padre y con su prima Isabel con la que se da un gran abrazo . Precioso encuentro familiar de de estas dos mujeres tan importantes en la vida de Jesús y de nosotros los cristianos .
    Que tengamos un buen lunes todos .

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  2. Después de leer tu reflexión me pregunto qué será lo que pretenden algunas corrientes actuales respecto a las mujeres.
    El mismo Dios que nos creó siempre pide nuestra colaboración. ...comenzando con muchas a lo largo de la Historia de la Salvación y en el momento más importante con Maria.
    Un día genial,Padre Alfonso.

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  3. Muy buenos días, P. Alfonso, bonito encuentro de María con Zacarías y mucho más con su prima Isabel el abrazo y saludo que Ella le dedicó.Nos hace transportarnos a Ain Karen Le deseo tenga un buen día.

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