Las Clavelinas de la Plaza del Carmen

ESTAMPA CAUDETANA.
LAS CLAVELINAS DE LA PLAZA DEL CARMEN.

Hace mucho tiempo que no pongo un pie en la Plaza del Carmen y eso que es aledaña al convento de San José (El Carmen), por imperativo de una ley que tiene un nombre que da miedo, y digo que da miedo porque otorgamos poder total, absoluto y omnímodo a un solo hombre, al Presidente del Gobierno, y si ese hombre no tiene lo que debe tener... puede conducirnos por caminos que más vale no pensar en ello. Pues, sí, esto es a causa de la pandemia que nos tiene recogidos dentro de los muros, en mi caso, del vetusto convento y, por si fuera poco, algún problemilla surgido por "la oxidación de las tuercas" le tiene a uno constreñido doblemente, de modo y manera que no puedo hacer los honores al brindis que nos ha hecho el señor que reside en La Moncloa de Madrid, consistente en que podemos salir por la mañana de 10,00 a 12,00 y por la tarde de 19,00 a 20,00 horas a dar un paseo de un kilómetro, todas aquellas personas que ya tenemos a cuestas 70 "tacos del calendario o más" y, yo, ya hace algún tiempo que no solo llevo 70 sino alguno más de propina. Pero, mira por dónde, desde la ventana que da a la calle de El Molino, ayer por la tarde, mientras regaba la jardinera del alféizar donde crecen, mostrando su color morado, unos amores de hombre a los viandantes,  me llamaron  la atención las florecillas que cubrían, por un lado y por otro, una de las muchas jardineras que ponen su contrapunto verde, adornándola, a la plaza del Carmen de esta Real Villa de Caudete. Esta jardinera se encuentra situada justo en frente de la puerta de la iglesia del convento de San José, allí de donde parte la calle El Molino en la acera de los números impares.
Esa fue la razón que me impulsó a colocarme la mascarilla para salir de casa, de que atravesara el paso de peatones y, telefonillo en mano, me trajera de vuelta, la fotografía de esas sencillitas pero preciosas florecillas que conocemos con el nombre de clavelinas.
Sí, por ambos extremos de esa jardinera, los oficiales de parques y jardines, habían plantado, este tiempo de atrás, esas plantas que, en este tiempo de silencio y soledad, han encontrado el modo de hacerse presentes y, haciéndolo, poner en la renovada plaza de El Carmen, su sencillo pero muy bonito toque de color.  Ahí te las presento  y, con ellas, te enseño lo solitaria que estaba la Plaza del Carmen, tan triste y tan silenciosa, contrastando con aquellos días en que, libres de advenedizos indeseados , por traicioneros, virus de cualquier clase, a esas horas de la tarde en otras fechas que, como ésta de ayer, hacía muy bueno, con una  temperatura ideal, se encontraba muy concurrida por gente de cualquier edad, principalmente mayor, que "charraban", como dicen aquí en Caudete, de cosas más o menos importantes, pero todas enraizadas aquí, en la Real Villa.
De haberse podido formar tertulia en el día de ayer, seguro, seguro, que uno de los temas hubiera sido aquel que nos sirvió el Sr. Alcalde, mediado el día, la plantación de árboles en el Centro de Mayores, en Canalejas  y 13 (moreras y acacias)  en los campos juegos, muy ralos, de los niños, del colegio Alcázar y Serrano y arbustos en Luis Golf. Pero, no. En la Plaza del Carmen de este pueblo, ayer, no hubo ni un alma. Sí que se acercaban calle El Molino arriba tres personas que estaban terminando, estaban a punto de dar las 20,00 horas, su paseo en el segmento temporal vespertino, acotado para ellos. Cuando me retiraba al convento, a la altura de la entrada, coincidí con ellos. Cruzamos un saludo y siguieron calle arriba. Cuando  entraba yo en casa, ellos hacían lo mismo en la Plaza del Carmen.

Entre las clavelinas te dejo mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
8.5.2020. Viernes. Día 55 de confinamiento.

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.