El Pedrisco

ESTAMPA CAUDETANA.
EL PEDRISCO.

 

(fotografía de un granizo obtenida de internet).

Yo no sé si los Villeneros estuvieron atentos al elemento atmosférico de la niebla el día 25 de enero, próximo pasado, que fue el día en que la liturgia cristiano-católica celebraba LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO. 

Lo digo porque antes de ayer cayó una buena manta de granizo en un lugar determinado del predio villenense machacando o moliendo todo lo plantado por los labradores del pueblo vecino, situado ya en las tierras del Levante, más concretamente, en terrenos de Alicante.

Si los villeneros hubieran estado atentos al mensaje que les mandaban conjuntamente el cielo y el tiempo el día de LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO, no hubieran asistido a la faena que les ha preparado una nube cargada de agua flotando por encima de una capa de aire fría, y que, al abrir sus grifos y dejar caer el agua, ésta se endureció al atravesar la capa fría que  sustentaba a las nubes y, en bolitas, más o menos gordicas, cayeron, con saña inusitada, y que,  en algunos lugares, hicieron añicos las lunas de los coches, ventanales y, a campo abierto, trillaron los sembrados. Eso es lo que ha pasado en el campo villenero, ha fulminado los sembrados allí donde ha caído "la manta de piedra".

Paco el Molinero me lo recordaba ayer. Paco ya va siendo mayor y en él se cumple aquello del refrán:
"Lo que pronto se aprende tarde o nunca se olvida".
Y Paco ya me ilustró al respecto en enero pasado cuando me daba a conocer la lección que le daba su abuelo Bienvenido, también su padre:
"Eran muchos los labradores que, cada 25 de enero, se subían a la placeta de Santa Ana y no faltaban quienes se subían a Santa Bárbara para ver por donde entraba la niebla en el valle y por dónde se extendía"
La razón era sencilla:
"allí por donde se instalaba la niebla no había que sembrar porque, con certeza suma, llegado el tiempo, granizaría".
Y eso es lo que me dice Paco Molinero:
"El DÍA DE LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO, yo lo vi desde mi molino, entró la niebla y se instaló en el mismo lugar donde, antes de ayer, tuvo lugar la confabulación entre nubes y frío y soltaron tal granizada que causaron un daño muy grande a los agricultores villeneros.
Los pobres agricultores que, aquí y allí, tras sufrir los robos de sus productos y el destrozo de sus planteles, además, los terminan de rematar, granizadas como la que se abatió antes de ayer en alguna parte del campo villenero.

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
14.8.2020. Viernes. (C. 988)

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.