ESTAMPA CAUDETANA.
EL MEMBRILLERO.
Hay en el corralón del convento de San José (El Carmen) UN MEMBRILLERO.
Crece, es decir, mal crece o mal vive, el pobre, con muchísima dificultad. Soy
de la opinión de que el pobre MEMBRILLERO ha conocido muchísimos de los
avatares del Convento, tan viejo es...
Para las personas, el tiempo, viene a ser como una vertedera. Las
vertederas son unos artilugios que nos llegan desde el tiempo de los romanos o
de más allá. Entre nosotros se han venido utilizando, prácticamente, hasta casi
nuestros días, hasta bien entrado el siglo XX. Hoy día las vemos de adorno en
jardines como, por ejemplo, la que podemos ver en el campo de Miguel Torres
Pérez
y las dos antiguallas, que vi una vez en el patio del chalet aledaño a la
Glorieta de la Cruz, según bajamos hacia el santuario de la Patrona de la
Villa, la virgen de Gracia,
Se empleaban sola y exclusivamente para abrir surcos en la tierra de labrantío
donde los agricultores enterraban las semillas para, seguidamente, permanecer a
la espera de que las lluvias y el buen tiempo las hicieran germinar.
Eso mismo hace el tiempo en el rostro de las personas, en el que hunde su
afilada punta en toda la faz dejándola surcada por profundos surcos que
conocemos con el nombre de arrugas.
En el MEMBRILLERO del corralón, no ha ocurrido lo mismo. En el tronco del
arbolico no hay arrugas. Hay lisura. Tiene su "carne" al aire porque
ha perdido su vestido, su corteza y, al contemplarlo así no salgo de mi asombro
porque es bien sabido que la savia sube a través de los vasos leñosos que
circulan, precisamente por la corteza.
Ayer, por la tarde, ya se había largado el sol hacia mi pueblo de Oropesa,
camino del mar, y la oscuridad difuminada por la luz que se había dejado el sol
atrás, fue cuando caí en la cuenta, mientras me daba una vuelta por el corralón
que el MEMBRILLERO, desnudo de follaje, estaba, no obstante, totalmente
salpicado de puntos blancos. Me acerqué a él y contemplé los capullos, todos
blancos que estaban pugnando por abrirse.
Sí. Cuando los almendros y los cerezos dejaron caer los pétalos de sus flores
al suelo, él, el MEMBRILLERO, les toma el testigo y les sigue los pasos. En un
par de días lucirá pomposamente todas sus flores. De todos ellos solo uno se
había abierto de par en par y otros dos andaban en el mismo proceso. Te lo
muestro al inicio de estos escritos.
Cuando contemplaba el modelico que se había sacado el MEMBRILLERO del baúl
invernal, me expliqué la razón que asistía a todo el corralón para estar tan
contento, y es que estaba floreciendo uno de los especímenes que crecen en él,
estaba floreciendo por todas sus yemas, el VIEJO MEMBRILLERO.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
20.4.2021. Martes. (C. 1236)
P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita
Muy buenos días , P. Alfonso, bonito el relato que hoy nos describe con todo detalle y poder demostrar cómo el membrillero muy pronto dará sus frutos. Que tenga un buen día.
ResponderEliminar