ESTAMPA CAUDETANA.
EL OBSEQUIO.
(Caja con 3 PELARGONIOS y 2 GERANIOS)
Tengo por ahí un lector asiduo de "mis buenos días" y, con harta
frecuencia se presenta en la puerta del convento de San José (El Carmen) de
esta real Villa de Caudete con flores, mejor, con tiestos florecidos para
ponerle alegría al vetusto convento.
El año pasado, en medio de la pandemia, se presentó con dos cajas y, en ellas,
media docena de geranios en cada una, creo recordar. También recuerdo que a la
altura del santuario de la VIRGEN DE GRACIA, PATRONA DE LA VILLA Y MADRE DE
TODOS LOS CAUDETANOS, le echó el alto una pareja de guardias civiles para
apercibirle de que estábamos en estado de confinamiento... y él les contestó,
vengo de favorecer a la empresa de jardinería Santa Margarita. Pensaba el buen
hombre que estaba a punto de perder la paga de jubilado de aquel mes. Pero, no,
los jóvenes guardias civiles sólo le recordaron lo estipulado por la autoridad
competente y le dejaron seguir. Y, ya te digo, se llegó al convento de San José
para descargar la docena de geranios que encontraron acomodo repartidos por
jardineras situadas en los alfeizares del claustro alto, desde las que se
asomaban, con sus penachos de flores, al claustro bajo, el de la columnata
barroco-toscana de1606.
La normativa de la pandemia, muy estricta con el personal humano, no lo era, ni
poco ni mucho, con las mariposicas moras, digo moras porque nos llegaban desde
la morería, desde el otro lado del estrecho de Gibraltar, y fueron cayendo, de
junio en adelante, como camicaces sobre aquellas preciosidades de las que solo
pude salvar algunos esquejes.
Este mismo señor leyó ayer, como cada día, mis "buenos días" en los
que hablaba de una ventana en la que encontraron acomodo cuatro hermosos
geranios que presumían de tiestos de cerámica, de los que, uno, me había
llamado especialmente la atención por el color de sus flores. Y, este señor que
responde al nombre de Antonio, se presentó muy de mañana en los viveros de
Santa Margarita a por un ejemplar como aquel del que hablé en mi escrito de la
mañana para regalármele. No disponían de ningún ejemplar igual. Pero, no por
eso, se arredró el buen hombre y a las nueve de la mañana, (esta vez no le
echaron el alto los guardias civiles), ya estaba en la puerta del convento de
San José con una caja en la que venían, en muy buena armonía, tres PELARGONIOS
con sus flores a lo grande, vistosas derrochando energía con colores vivos y
dos GERANIOS con sus flores sencillicas, suaves, como si fueran de terciopelo.
Tanto los GERANIOS, como sus parientes lejanos, los PELARGONIOS, quedaron,
antes de terminar el día, plantados, los PELARGONIOS, todos juntos, en santa
compaña en un gran tiesto. Además no mantuvieron reserva alguna
cuando vieron que las colocaba, en pose de foto y, así, les pude retratar para
que el regalo de Antonio, tan chulo, tan florido, me sirviera de vehículo para
trasladarte mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
8.5.2021. Sábado. (C. 1.250)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
Muy buenos días, P. Alfonso, florido , colorido y hermoso regalo le hicieron a usted ayer , porque sabe muy bien el tal Antonio que queda en buenas manos que sabe muy bien cuidar las plantas que a usted le llegan. Que tenga un buen día y feliz fin de semana.
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