ESTAMPA CAUDETANA.
LA CELINDA.
Pequeño, muy pequeño, el ramito de flores de CELINDA. Pero, a pesar de ser tan
nimio, no deja de llamar la atención. Puede ser que sea debido al lugar donde
se encuentra, en la zona lateral del altar y, sí, todas las miradas se
concentran en el vasito de agua donde ellas, LAS FLORES DE CELINDA, beben el
agua que las mantienen vivas y frescas como ofrenda generosa a AQUEL que,
también se ofreció, a sí mismo, en el árbol de la Cruz para resurgir luego,
fresco, lozano y vivo por el poder de su Espíritu. Así están LAS FLORES DE
CELINDA en el lateral del altar de la parroquia de San Francisco, vivas por los
cuidados que les otorgan, lejos del arbusto crecido, casi un árbol, que luce en
su parcelica de jardín, como traje de torero, en una brillante tarde de
corrida, las delicadas manos de Feli.
Feli es la artífice de tal detallico, como de tantos otros a lo largo del año.
Bien, proveyendo con unas flores que toma de las jardineras de su patio
de casa o que, el bueno de Domingo, el sacristán, se las había cortado y traído
del jardincico de la parroquia.
Ciertamente, el vasico de agua, todo él llenico de FLORES DE CELINDA, aporta un
toquecico sencillo, pero coqueto, a las liturgias Eucarísticas de todos los
días, por un lado, y, por el otro, una sencillica, pero magnífica, ofrenda
floral a la MADRE DEL SEÑOR en este mes de mayo a ELLA dedicado.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
6.5.2021. Jueves. (C. 1.248)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
Muy buenos días, P. Alfonso, pequeño sí muy pequeño como usted bien dice , ese ramillete , pero a la vez grande en el lugar elegido por Feli para la alabanza a Dios . Estas flores aquí las llamamos jeringuilla. Que tenga un buen día.
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