El Olmo Muerto del Paseo de la Virgen de Gracia

ESTAMPA CAUDETANA.

EL OLMO MUERTO DEL PASEO DE LA VIRGEN DE GRACIA.

Ayer se nos fue Gaspar. Gaspar se fue cuando ya no podía introducir un día más en sí mismo.  Había ido pespunteando una gran página de la Historia de la Real Villa de Caudete durante todo UN SIGLO. Sí, CIEN AÑICOS.

En la tarde de ayer, la parroquia de Santa Catalina recibió a un grupo de familiares y amigos de Gaspar para darle la despedida orando por él, ofreciendo el funeral de córpore insepulto, previo a su inhumación.

Domingo, el sacristán de San Francisco, conocido como «Peón», por herencia de su padre, me dijo que Gaspar fue buena gente y se caracterizó por facilitar el movimiento del personal pues se dedicó gran parte de su vida al mundo de las bicicletas y de los coches.

«Yo, me dice Domingo, le compré a él los tres coches de los que me he servido a lo largo de mi vida».

- Cuando Gaspar era un chaval adolescente pudo ser testigo de aquel momento en el que, en el camino que conducía a la ermita de la Virgen de Gracia, se plantaba un olmo. Entonces ni existía el Paseo que conocemos hoy, ni tenía edificado su chalet  Paco Medina, todo el terreno estaba diáfano y el Santuario de la Madre y Patrona, la VIRGEN DE GRACIA, aparecía a la vista desde cualquier parte y delante de la casa de Ella, campos de cereales que remedaban a alfombras onduladas por los vientos y a cuadrillas de segadores metiendo la hoz  y agavillando, según dejaron constancia de ello los pintores del lugar, notarios de hechos y aconteceres acaecidos en el tiempo que va pasando.

- Y es ahí, a la altura del chalet, cuajado de filigranas árabes, de Paco Medina, donde había vivido  casi tanto como Gaspar,  un hermoso OLMO.

- Juntos vivieron en esta Villa de Caudete toda su vida, juntos se ausentaron, y juntos  emprendieron el viaje sin retorno.

- Fue el domingo por la tarde cuando lo descubrí,  tantas veces he pasado por allí y nunca, nunca, me llamó la atención como lo hizo el domingo cuando me aventuré por el camino que lleva al Santuario de la Virgen, el hoy  flamante Paseo de la Virgen de Gracia. El OLMO se había muerto.

- No sé a qué obedeció esa muerte fulminante. No creo que se haya debido a los fuertes calores que hemos venido padeciendo porque un árbol, tan añoso como ese OLMO, posee unas raíces poderosas que sujetan y nutren a la perfección a tan estupendo espécimen. Pienso, más bien, que se ha debido al hongo, a la Grafiosis, que tantísimo daño ha inferido a esa clase de árboles por la vieja Castilla hasta el punto de terminar con la especie. Ese hongo se instala en los vasos leñosos del árbol y se deja llevar por la savia correteando por él secando todas las hojas y matando a joyas centenarias, como ha sido el caso de nuestro OLMO del Paseo de la Virgen de Gracia.

 Recibe mi saludo, mis

         ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

24.8.2021 Martes.  (C. 1.348)

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.