ESTAMPA CAUDETANA.
SE HAN COALIGADO.
No fue por envidia de su hermana de ayer que floreciera, hoy, otra
ECHINOPSIS. Es porque dentro del ambiente único del claustro del convento de
San José (El Carmen) que, como sabes y ya te lo he dicho otras veces, es una
joya del Barroco Toscano, muestra única de ese arte arquitectónico, en la zona
baja de la Mancha. Obra que llama poderosamente la atención a todos aquellos
visitantes que tienen la oportunidad de tocar el timbre del convento para
solicitar permiso para contemplarla o aquellos que la emplean como ámbito de
sus actuaciones lúdico culturales, como la que experimentaron los artistas que,
en días pasados, dejaron muestra plástica de su arte mediante el empleo del
arpa, la guitarra y el baile flamenco que, al entrar se impresionaron
gratísimamente al contemplar el lugar donde los oficiales del Ilmo. Ayuntamiento
habían ubicado el escenario en el que iban a dejar muestra de su arte.
Ciertamente, es motivo de una admiración fuera de lo normal para aquellos que
tienen la suerte de verlo por primera vez. Desde alguna esquinita de este mundo
nuestro, desde mucho más allá de nuestras fronteras me han llegado impresiones
favorabilísimas del lugar donde vivimos y del edificio que conservamos
sin ninguna ayuda, que todo hay que decirlo de Patrimonio y de otras
instancias.
Esta obra que construyeron, en esta Real Villa de Caudete, los Padres
Carmelitas y que, referidos al claustro bajo, al de la columnata barroco
toscana quedó finalizada en el año 1606. Y, luego, según posibilidades,
continuaron levantando el resto del convento para finalizarlo en 1670. Después
de guerra se decidió levantar una planta más para dar cabida a los aspirantes a
la vida religiosa carmelita destinada a noviciado, quedando el edificio,
tal y como lo vemos hoy.
Pues bien, en ese claustro de columnas barroco toscanas tienen su asiento
multitud de jardineras, muchas de ellas, sino todas, provenientes de mi
bosquecillo madrileño que emprendieron viaje conmigo cuando recibí la orden de
traslado a estas tierras de La Mancha Baja.
Ayer, una ECHINOPSIS había florecido para rememorar un hecho luctuosísimo que,
no obstante, fue catapulta de otro hecho grandioso. El primero fue que sacaron
para inmolar a 11 frailes agustinos que tenían retenidos en el convento desde
el día 23 de julio anterior en que fueron vilmente sacados de su convento
conocido como el Palacio, porque palacio fue el que se construyó para sí el
obispo de Orihuela, allá por el siglo XVIII y que, con el paso del tiempo fue
adquirido por la Orden Agustiniana para que sirviera de enfermería para sus
religiosos que volvían enfermos de las misiones.
Fue tal día, como el de ayer, de hace 85 años, como te recordé en mis buenos
días y, de paso, te decía que, aquellas dos flores eran como una alegoría del
hecho que tuvo lugar tanto tiempo atrás. Hoy, por el contrario, otra
ECHINOPSIS, hermana de la de ayer, que hace su vida en otra jardinera junto a
hijos y compañeras también floreció y sacó tres guapas flores que son las
que hoy te van a llevar mi saludo y mis buenos días. Espero que al descubrirlas
en la pantalla de tu telefonillo experimentes la alegría y el gozo que yo
experimenté esta mañana al contemplar tanta belleza. No puede durar tanto gozo.
Yo, viéndolas, pensaba que bien podría ser una imagen de la misma vida del ser
humano que es tan bella, tan bella y, sin embargo, dura lo que la flor de un
día, lo que la flor de la ECHINOPSIS que rompe su capullo dejando libertad a
sus preciosos pétalos en la mitad de la noche, cuando un día entrega el otro sus
reales y doce horas después a las doce del mediodía, se cierran sobre sí mismas
y se hunden en el nunca jamás. No importa la brevedad de su corta vida, importa
la alegría y el gozo que han sembrado con su exigua presencia esas tres
preciosas flores de una rechoncha y espinosa ECHINOPSIS.
Recibe mi saludo, ya te lo he dicho antes, ellas son las que
hoy te le llevan y mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
6.8.2021. Viernes. (C.1.332)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
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