lunes, 20 de septiembre de 2021

La Espina de Cristo

ESTAMPA CAUDETANA.

LA ESPINA DE CRISTO

Al titular este escrito con LA ESPINA DE CRISTO no me estoy refiriendo a una de aquellas espinas con las que la soldadesca romana (Jn. 19,2) infringió humillación y castigo a Jesucristo con el fin de burlarse de ÉL porque, delante del gobernador Pilato, se autoproclamó Rey (Jn. 18,37), Rey de un Reino que no tenía nada que ver con el concepto que de tal se tiene entre los humanos. Jesucristo se refería al Reino Espiritual en el que imperará LA VERDAD, para dar “testimonio de la verdad”, nos traslada el evangelista Juan, al que instauró con su palabra y, en modo alguno a un reino del estilo de los que constituyen las sociedades en el mapamundi de aquí abajo. Para nada me estoy refiriendo a aquellos espinos blancos que crecen en las tierras de Israel y que se caracterizan por tener unas espinas largas, finísimas y durísimas que hirieron e infringieron a Jesucristo unos dolores terribles porque rasgaron la piel que cubría los huesos de su cabeza, el epitelio, y eso duele muchísimo, e incluso, le perforaron el globo ocular de uno de sus ojos, según manifestó a una religiosa durante un episodio místico que le fue concedido por el mismo Jesucristo.  No, no me estoy refiriendo a una de las espinas de la corona con la que coronaron a Jesucristo, me estoy refiriendo a una planta, a la PALIURUS SPINA CRISTI, de la familia de las Rhamnaceae, también conocida con el nombre de EUPHORBIA MILII.

A esta planta se le llama ESPINA DE CRISTO porque sus ramas semejan a cactus cubiertos de espinas. Es una planta muy apreciada por aquellas personas a las que les apetece disponer en sus casas de especímenes que florecen todo el año. Ésta lo hace. Pero hay que tener mucho cuidado con ella porque es muy friolera y no aguanta temperaturas por debajo de los 10º y siempre debe estar orientada al sur. Es muy amiga del sol y fácil de cuidar, no le gusta mucho el agua, tampoco el vino, no vayas a creer. Al principio de este escrito la tienes y, a estas alturas, está muy florida.

Yo tengo ya otro espécimen que comparte jardinera con una Estapelia que le está comiendo el terreno, cosa que me obligará a trasplantarla, y con una planta de pimienticos picantes donde los haya. 

Siendo tan “tiquis miquis” la ESPINA DE CRISTO ha aguantado el tipo en los fríos gélidos del invierno pasado aunque tengo que reconocer que la dañaron lo suyo y, la pobre, no me ha regalado con sus florecillas amarillas que ya te llevaron una vez mis “Buenos Días”

Ésta, de la que te hablo ahora, ha sido la última de las adquisiciones que ha venido a incrementar el elenco verde del claustro barroco-toscano del convento de San José (El Carmen). Me la obsequió Teresa Requena Marco un día, de estos de atrás, cuando volvió de su casa de Alicante donde estuvo unos días de relajación a la vera del mar.

“Tenga, me dijo, para su colección porque entre todas las que tiene, no he visto ninguna ESPINA DE CRISTO”

Gracias a que no se acordó de que yo ya había utilizado a una pariente como portadora de mi saludo el año pasado, ha sido posible que llegara al claustro conventual otro ejemplar, distinto del que yo tenía ya porque mientras éste se adorna con flores amarilla, el que me ha obsequiado Teresa lo hace con flores rojicas. Ya lo ves en la foto del principio.

Si te pasas por el convento en alguna ocasión le verás sobre el brocal del pozo de pega que se levanta en él y que no tiene otro fin que el de ventilar la humedad de la cueva existente debajo del mismo claustro.

Recibe mi saludo, mis

         ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

20.9.2021. Lunes.  (C. 1.375)

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.


1 comentario:

  1. Muy buenos días, P. Alfonso, buen ejemplar le regalaron a usted en su día , para seguir adornando el claustro, bonito color le ha dado la naturaleza a está corona de Cristo . Que tenga buen día y comienzo de semana.

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