ESTAMPA CAUDETANA.
LA INVITACIÓN
(Los “novios” ayer sentados a la mesa en el restaurante “El
Marino II”)
(Los “novios” a la puerta de casa a punto de salir para la
parroquia de Santa Catalina)
( Los “novios” fotografiados con sus hijos y nietos junto a
la Virgen de Gracia, al concluir la ceremonia de sus bodas de Oro)
Ayer por la mañana, en las noticias locales de Elche se
ponía en conocimiento de toda la zona de influencia de la emisora que sintonizo
todas las mañanas para escuchar las primeras noticias del día y el avance de
las que estaban a punto de salir a los medios de comunicación. Entre éstas, una
me llamó la atención: ”El Ilmo. Ayuntamiento de la población daba a conocer que
se estaba preparando el homenaje a todos los matrimonios que, en el año en
curso, iban a celebrar o ya habían celebrado festivamente sus bodas de oro.
Aquí, en esta Real Villa no celebra el Ilmo. Ayuntamiento las Bodas de Oro
matrimoniales de sus ciudadanos, aunque sí tributa un sentido homenaje a
aquellos que lograron escalar la montaña de 100 calendarios, a los que
cumplieron los 100 años.
No hace muchos días te daba a conocer que un matrimonio de
esta Real Villa de Caudete (Manuel e Isabel) se había rodeado de hijos, nietos,
bisnietos y mucha familia, en la iglesia del convento de San José para celebrar
el sexagésimo aniversario de las suyas. Recuerdo que una vez fui invitado para
presidir la celebración festiva de unas Bodas de Oro en la Santina, en la
Basílica de Covadonga, y hasta allí me fui porque con Ramón y María Luisa,
asutianucos de pro que residían en Camargo, población cercana de Santander
ciudad, había “trabado” yo, que dicen por allí, en mis tiempos vividos en
Cantabria, una gran amistad y no podía faltar a la cita, como tampoco falté
cuando él, Ramón, se nos fue de este mundo. Al finalizar la Misa en la que
renovaron sus votos matrimoniales delante de sus tres hijas (Mariasun, Luisa
María y Leticia, a las que casé yo, y algunos de sus nietos, a los
que bauticé y di la 1ª Comunión, también yo) recuerdo que les dije: ”Ramón y
María Luisa, vamos a por las Bodas de Diamante pero, por favor, no esperéis a
que pasen 25 años porque esa efemérides debéis empezar a celebrarla ¡YA!, desde
mañana mismo”. El matrimonio de esta villa, os decía, que anticipó sus bodas de
diamante 15 años, al cumplir los 60 de matrimonio y tengo entendido, por
referencias, que fue una fiesta muy entrañable, no solo la litúrgica sino el
ágape posterior en el que compartieron, con su larga familia, tanta vida
juntos.
Todo lo que precede para decirte que ayer fuimos INVITADOS,
toda la comunidad, por FELIPE Y MARGARITA a una comida en “El Marino II“para
celebrar sus Bodas de Oro antes de que su hijo mayo Antonio, que es fraile
Carmelita, se incorporara a la Comunidad de Onda donde tiene su destino
actualmente. La efemérides tuvo lugar en la parroquia de Santa Catalina el
pasado sábado, día 11, a las 14,00 horas donde renovaron sus votos
matrimoniales teniendo como testigo cualificado a su hijo mayor, sacerdote
Carmelita y, luego, se reunieron con los hijos, nietos, familiares y amigos
íntimos venidos de fuera en torno a una mesa bien pertrechada porque la ocasión
así lo requería y, también por referencias, he llegado a saber que lo pasaron,
como suele acontecer en estas celebraciones, a las mil maravillas. Y hasta allí
nos fuimos toda la comunidad para, sentados con ellos en torno a una mesa, que
es el símbolo, por excelencia, de compartir algo mucho más importante que los
elementos materiales de unas viandas, el de compartir su vida, larga vida
juntos en la que aportaron a la Villa todo su esfuerzo. El bueno de Felipe se
lamentaba porque, ya, el peso de los años le ha retirado de esa colaboración
que ha venido dando y, sobre todo, se lamentaba de que no puede ir a proveerse
de los espartos que crecen en la sierra Lácera para darle entretenimiento
a sus expertas manos de espartero e, igualmente, también sentía no poder subir
a sus olivares para aligerar a las olivas de los rebrotines, chupones, que
llamamos en mi pueblo de Oropesa, y que tanta fuerza le quitan a los árboles y,
por ende, a los frutos, a las aceitunas.
Sí, pasamos un rato muy agradable con ellos compartiendo una
comida en “El Marino II” donde fuimos muy bien tratados por el dueño, muy
amigo de la familia, y por los camareros.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
18.9.2021. Sábado. (C. 1.373)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
Muy buenos días, P. Alfonso, gran acontecimiento para está pareja Felipe y Margarita , poder celebrar las bodas de ORO , enhorabuena y a poder seguir celebrando más años de matrimonio juntos con la familia. Que tenga un buen fin de semana.
ResponderEliminarBuenas tardes P.Alfonso.
ResponderEliminarEl matrimonio Felipe Gracía (gachamiga y Margarita Albero ( la loba ) los conozco desdes que eran novios. Margarita y mi madre trabajaban en la fábrica del Sr.Quiquer , cuando Felipe iba a recoge a su entonces novia con su Seat seiscientos subía en el coche también a mi madre hasta donde vivía Margarita en la C/ Sta Bárbara.
Despues estuvimos trabajando juntos unos años Felipe y sus hijos Antonio y Miguel , hasta limpiamos el minao de la casa " El Derramador", creando una gran amistad.Son todos unas muy buenas personas y muy caudetanos .
Enhorabuena y felicidades ,os deseo que cumplais los 75 años de casados y que Dios nos de salud a todos.
Gracias por la crónica.
Yo tuve experiencias muy entrañables jugando con sus hijos en el Derramador, cuando era pequeña. Felicidades a todos,y me alegro de que sean tan felices. Isabel de Pascual Mettler.
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