ESTAMPA CAUDETANA.
LAS NARANJAS DE LA PLAZA DEL CARMEN.
Hace unos días iba yo por la calle de Las Moreras a gestionar un asunto y, en la acera de la misma me encontré “subida” una naranjita toda ella verde, pero de un verde, verde, un verde fuerte, nuevecico del todo, diríase que estaba plastificada, recién salida de una fábrica de juguetes para los niños, aquella bola de notable grosor, totalmente verde. Quise asociar ideas y recuerdos, aquellos que me venían desde la primavera pasada en que un buen día, al pasar por la plaza de El Carmen me llamó poderosamente la atención el suave olor del azahar y, ni corto ni perezoso retraté las blancas e impolutas flores de dos de los tres naranjos que los jardineros de la Real Villa o de una empresa contratada al efecto, habían plantado al oeste de dicha plaza, en otros tantos alcorques que se habían dejado hechos ex profeso cuando remodelaron, para muy bien, la Plaza del Carmen.Recuerdo que aquellas fotos con las flores del azahar te
llevaron mis “Buenos Días”. Pero en mi cabeza bullían otros pensamientos
centrados en el asunto que me llevaba calle Las Moreras adelante y no le di más
importancia a la naranjita verde, verde, que estaba “subida” en la acera. Pero
fue ayer, pasadas las 13,00 horas, al volver por la calle de San Antón, antigua
del Arco, de dejar el coche en el taller para que le pasaran la ITV, cuando, al
pasar por delante de los tres árboles de cítricos que, por cierto, han
aguantado el tipo muy bien en las jornadas gélidas previas a la fiesta de la
Navidad del Señor, me volvió el recuerdo de aquella naranjita verde que se
había “subido” a la acera de la calle de Las Moreras, unos días atrás, y, por
mera curiosidad dirigí mi mirada a las copas de los naranjos que están guapos,
guapos, de verdad, y observé que, en su copa, disimuladas un tanto, por el
follaje de los cítricos, pendían numerosas naranjas verdes, como verde era
aquella que se desprendió, o la desprendieron, unos días atrás y rodando,
rodando, llegó a parar encima de la acera.
Miré y volví a mirar uno por uno a los tres árboles de
cítricos que crecen al oeste de la plaza y dos estaban cuajaditos de frutos que
gozaban de una salud estupenda y que anuncian tiempos mejores y, el tercero, se
encontraba pelado del todo, no aparecía “colgado” de sus ramas ni un solo fruto
o, por lo menos, yo no los vi. Era aquel que, en la primavera, tampoco se había
adornado con flores de azahar y, claro, sin flores, no cabe esperar cosecha de
fruta alguna.
Como hiciera en primavera, con mi telefonillo saqué las
instantáneas que acompañan este escrito, fotos de las que me sirvo para
enviarte mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
16.9.2021. Jueves. (C. 1.371)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
Muy buenos días, P. Alfonso, bonito color tienen esas naranjas, parece que le han dado de cera , y el naranjo tan bien , señal que están bien cuidados , por los jardineros del ayuntamiento. Que tenga un buen día.
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