ESTAMPA CAUDETANA.
EL GERANIO DE BATISTE
No pudieron con él. No, con él no pudieron. Como a sus
congéneres, le cayó encima aquella plaga que emigró de la morería y, como sus
compañeros de fatigas, fue objeto de su predilección y en él depositó sus
huevecicos, la mariposilla norteafricana y, como sus hermanos vio fenecer una a
una sus ramitas heridas de muerte por los poderosos dientecillos de los
gusanicos que, insaciables, iban comiéndose su almica.
Pero, como el ave fénix resurge de sus cenizas, resurge el
geranio de Batiste de sus muñones, este geranio resurgió, sí, desde aquellos
muñones que dejaron sin roturar los voraces gusanillos quizá porque ya habían
llegado a la plenitud y se encerraron en sus capullicos.
Y es que la naturaleza es una señora que no se arredra por
nada ni por nadie y, además, ojito con ella, porque es muy vengativa aunque no,
sádica. Si tú le haces una, ella, que no olvida, te las hace pagar con creces,
según afirma el dicho popular:
"Dios perdona siempre, el hombre, alguna que otra vez,
la naturaleza no lo hace nunca y siempre se toma la revancha y, además, con
creces por ejemplo: Ella te ha puesto una ventanita por ahí arribita y
nosotros la estamos cerrando enviando mucha polución. Pues, bien al hacerlo
cerramos la posibilidad de echar al espacio exterior lo que no nos hace bien,
vamos, que no ventilamos, y eso enrarece el ambiente y, claro, los rayos
del sol se llegan, muy calentitos, hasta donde estamos nosotros y como no
hay ventilación... nos asamos y, luego, echamos la culpa a un fenómeno que han
dado en llamar "el niño” y ¿quién ha llamado al niño para que venga desde
donde se encontraba muy agustico sin haber pensado en nosotros, es más, sin
saber que andábamos por aquí? ¡Conclusio Patet!, que se decía al final de
una tesis resuelta y meridianamente clara.
Mírale, sí, mírale, mira al geranio que nos trajo Batiste
junto a otros once la primavera pasada desde los viveros de Santa Margarita,
mírale junto a los Pelargonios que también se salvaron de bandada de
mariposillas procedentes del continente africano, porque él, atadico a su flor,
te lleva hoy mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
21.5.2022. Sábado. (C. 1.516)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
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