Fotofrafía de aquella imagen de la Virgen de Gracia

 

ESTAMPA CAUDETANA.

FOTOGRAFÍA DE AQUELLA IMAGEN DE LA VIRGEN DE GRACIA.

Es asidua lectora de mis buenos días, la buena de Fina Solera Rodríguez, la hija de aquel buen hombre al que apodaban "el Pollo", aquel que regentaba el bar París en la plaza de Nuestra Señora del Carmen y también llevó, durante algún tiempo el Casino y el bar de la Sociedad de Cazadores. Viuda de Alberto Benito Ángel, hombre trabajador aquel que descubrió la dama de Caudete que hoy se exhibe en un museo de Villena. Me dice que LA FOTOGRAFÍA DE LA Virgen de Gracia ha sido y es, una joya guardada en familia desde hace tres generaciones porque, durante aquel conflicto fratricida de 1936, sus padres no quisieron llevarla a la pira que se levantó en la plaza pública con todos los elementos y símbolos religiosos para prenderles fuego. Al contrario, la escondieron en el fondo de un cajón haciéndola pasar por un simple forro de cartón. Se jugaron la vida, pues estaba ordenado por ley con pena de muerte para aquellos que no se desprendieran de todos los elementos de índole de religiosa, según prescribía una ley “inicua” que puso en el BOE el gobierno de entonces, gobierno que pretendió gobernar hasta en el sancta sanctorum de la interioridad de sus gobernados, allí donde crece la libertad  radica la libertad, que permite al ser humano optar por religarse con Dios, como está ocurriendo, ahora mismo, en el pueblo hermano de Nicaragua en el que el presidente, Daniel Ortega, ha declarado, por ley, que se ha sacado de sus entretelas, que:

 "Nicaragua es una nación sin dios".

Así, así, como lo transmiten algunos medios de comunicación, no otros. Qué bien los describe el dicho castellano que afirma:

"quien escupe para arriba, en su cara le cae", pues nadie, por muy presidente de gobierno que sea, puede meterse a gobernar en la  interioridad sacrosanta de un ser humano. La historia así lo enseña no hay más que mirar a lo acontecido en el tiempo de vigencia del imperio romano y, más cerca, en las revoluciones francesa de los últimos años de siglo XVIII y la bolchevique de 1917.

Jesús también nos lo dijo con aquellas palabras que dirigió al futuro apóstol de las gentes, Saulo de Tarso cuando iba muy puesto en razón persiguiendo a los cristianos de Damasco.

“Saulo, Saulo por qué me persigues? Dura cosa te es  dar coces contra el aguijón”.

  Y cuando el bueno de Saulo inquirió acerca de quién era el que le  interpelaba oyó decir:

“Yo soy Jesús, a quien tu persigues” (Hechos  26,14-16).

No me lo dice al enviarme la foto que preside estas letricas, si sus abuelos eran los paternos o maternos. No importa. Lo que sí importa es que conservaron la fotografía de aquella imagen de la  Virgen de Gracia que fue coronada solemnemente el 7 de septiembre de 1907 y que fue incinerada en los albores de la guerra entre hermanos de 1936.

Toda orgullosa, Fina, me manda hoy testimonio gráfico de la virgen de Gracia que viene estando presente en su familia, por lo menos, durante tres generaciones.

Gracias, Fina.

A Ella encomendamos, de modo especialísimo, al P. Ángel, a aquel, que hace cincuenta años, conocíais, en esta Real Villa de Caudete, con el mote de "Ángel Nieto", porque, en el día de hoy, cumple sus primeros 84 añicos.

(El P. Ángel cortando ese brazo de gitano de chocolate que le ha regalado su vecino y buen amigo Ramón Gisbert Conejero) 

Hoy es Ella, la Madre de Dios, la Patrona y Madre de todo caudetano, la que, desde su fotografía, te lleva mi saludo, mis

 

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

20.9.2022. Martes. (C. 1.569)

N.B. La fotografía de Nuestra Madre, la Virgen de Gracia, que hoy nos muestra Fina Solera Rodríguez le puede servir a Batiste para incluirla en su estupenda colección de fotografías antiguas.