La Chica Ilicitana.

ESTAMPA CAUDETANA.

LA CHICA ILICITANA.

No sé si María Durá se llegó a estos pagos de la Real Villa de Caudete el sábado pasado con el fin de participar en el concurso de pintura al aire libre sobre distintos lugares de esta villa o simplemente vino a contemplar la joya arquitectónica del barroco-Toscano del siglo XVII con que contamos en esta villa caudetana que, no es otra, que el claustro del convento de San José, El Carmen, comenzado a realizarse a punto de concluir el siglo XVI para meterse de lleno en el diecisiete pues se concluyó en el año 1606. Hablé con ella en un momento en que se estaba sacudiendo un mosquito que la molestaba notablemente y es que, con el mes de septiembre, se ha asentado en el ámbito conventual, cualquiera sea el lugar habitado,  una banda de mosquitos que nos está haciendo la vida imposible. La pregunté cómo se había enterado de que en este lugar donde el bueno de don Quijote fue de un lado para otro con su amigo, más que criado, Sancho y los buenos de Rocinante y el Rucio y, ella, me dijo que se había enterado por el internet, pero no mentó que hubiera venido a concursar en este concurso de pintura al aire libre, que el ilustrísimo Ayuntamiento lleva convocando desde hace bastante tiempo. El caso es que estaba en el patio conventual al que accedió con el permiso del  Prior, P. Luis Torres Pérez, carmelita.

Cuando contemplé la marcha de su quehacer pictórico me di cuenta de que las plantas tenían un gran protagonismo puesto que casaban muy bien con las piedras señeras de la columnata del claustro. Se lo hice notar a la joven pintora de Elche:

“Veo que rompes la severidad de un claustro pétreo, perfectamente conjuntado siguiendo las líneas que marca el orden arquitectónico del Barroco-Toscano” porque has trasladado a la tela las plantas que tengo dispuestas en el claustro y que algún arquitecto me ha dicho que sobran en el lugar”.

 a lo que ella  me hizo saber:

“que lo suyo, que lo que más le gusta pintar, son, precisamente, las planta. Me muevo y me produce verdadero placer en el mundo de las plantas”.

Razón por la cual me dijo que, para ella, estaba siendo una gozada contemplar todas y cada una de ellas porque vienen a ser un contrapunto verde de la fría obra arquitectónica que moldearon los artistas picapedreros de los siglos XVI y XVII.

Se interesó, de modo especial por la Kalanchoe Beharensis Drake llamada familiarmente Oreja de Elefante.

También lo hizo por el Acanto

lo que motivó el que derivara nuestra conversación acerca de los órdenes arquitectónicos empleados por los griegos ya que la hoja del Acanto es en la que se inspiraron los artistas canteros del orden Corintio en el que los capiteles de las columnas  son réplicas de las hojas de tal planta.

Ciertamente, contemplando la obra, todavía inconclusa, de la ilicitana María Durá, experimenté gozo, alegría, porque estaba llevando al lienzo, con  sus pinceles y espátulas, distintos aspectos que, en conjunto, daban a entender y conocer, allí donde fuere contemplado, a un lugar del que “sí hay que acordarse”, el convento de San José, El Carmen, sito en la Real Villa de Caudete, en esa zona de La Mancha que se abre a las brisas que llegan de la mar.

 Recibe mi saludo, mis

 

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

22.9.2022. Jueves. (C. 1.570)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.