jueves, 26 de octubre de 2023

El Compañero de Camino.

 EL COMPAÑERO DE CAMINO.

Te decía ayer, en mis "Buenos Días", que algunas gentes caudetanas, afincadas en la luminosa ciudad del levante español, en Alicante, me habían llevado, después de los postres de una agradable comida compartida en un local de la calle San Ildefonso, a la iglesia de Nuestra Madre, la Virgen de Gracia,

(Imagen de la Virgen de Gracia situada en el frontispicio de la puerta del templo)

para estar un ratito con Jesús Sacramentado, para hacer, junto a los adoradores allí presentes, una estación, un ratito de oración, de adoración al Santísimo Sacramento del Altar, a Cristo Jesús Resucitado pues, permanece ininterrumpidamente expuesto en la custodia, desde las 8 de la mañana hasta las 22 horas de cada día. 

Un montón de gentes devotas tienen establecido un turno para que Él, el Santísimo Sacramento, no permanezca solo nunca. Y, así, se han distribuido, entre ellos, las horas del día. 

Por lo que vi, no estaban los adoradores de turno, sino que, con alguna frecuencia, se abría la puerta de la capilla por la que entraban otros devotos que, bien porque pasaban por delante de la puerta o por las cercanías, bien por expreso deseo de adorar al Señor y acompañarle uno ratico, entraban y permanecían con Él durante un tiempo y luego volvían a mezclarse con las gentes por las que, sin duda alguna, habían pedido a Jesús Sacramentado, en el bullicio y las prisas de la ciudad.

Sí, el Señor Resucitado quiso permanecer con nosotros bajo las especies del PAN con el fin de hacerse nuestro COMPAÑERO DE CAMINO por los vericuetos de este mundo, de la vida en este mundo que, Él, Palabra Creadora de Dios Padre y de Dios Espíritu Santo sacara de la nada para que fuera la casa, entre otras muchísimas, de su criatura más amada, del ser humano.

Sí, en la custodia, en el viril de la custodia, se encontraba el COMPAÑERO, el Hijo de Dios que se hizo hombre y que, tras agotarse el tiempo asumido, no quiso dejarnos solos en la estacada, quiso acompañarnos, hacernos compañía, como hiciera el Primer día de la semana, el de su Resurrección, a unos discípulos de una aldeica, Emaús, cercana a Jerusalén .

Recibe mi saludo, mis

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

26.10.2023. Jueves. (1.708)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

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