viernes, 27 de octubre de 2023

El contraste.

ESTAMPA CAUDETANA

EL CONTRASTE

 Mediado el día de ayer dejé la costa donde había pasado unos días de relajo aprovechados para reflexionar, pensar y hacer algún que otro proyecto para la nueva etapa que iba a llegar con el fin del tiempo de vacaciones. Y, también, para moverme paseo adelante a lo largo de la playa de El Campello y de San Juan. Otros quehaceres se habían quedado aparcados allí donde la Mancha extiende sus últimos metros antes de empezar el descenso vertiginoso que le lleva a uno a la vera de la mar mediterránea en la cercana Alicante y sus lugares anejos, como es el de El Campello donde he disfrutado de mis vacaciones, gracias a la generosidad de mis primos José María y Prado. Sí,  he disfrutado de unos días tranquilos, agradables, placenteros, yo diría que rayando a veraniegos, que me han permitido, como te decía anteriormente,  viajar hacia la interioridad de mí mismo.

Cuando empezaba a subir desde la vera misma de la playa, para llegarme a los 454 metros de altura sobre el nivel que estaba dejado atrás, que es a la altura en que se asienta sus reales la Real Villa de Caudete, dejaba aquella zona con una temperatura que, también, iba ascendiendo, a caballo del azogue, por el tubito del termómetro, en busca de los treinta grados y, al abrir la puerta de mi habitación, ya en Caudete, percibí el gran CONTRASTE existente entre la villa marinera que me había cogido y la villa manchega que me recibía.  Nada más dejar  las bolsas en su sitio tuve la necesidad imperiosa de ponerme una rebeca de lana porque mi habitación, entre las anchas paredes del vetusto convento de San José, parecía un frigorífico ya que, la temperatura, no subía de los dieciséis grados. 

Fuera del convento, en la Villa  Caudetana, no se  estaba mal porque  corría un viento templadico que ponía en la villa un ambiente agradable.

"Buen tiempo tenemos, me dijo una señora, pero con viento. Más valiera que nos callera una lluvia, pero sin inundaciones porque estamos tan necesitados de ella". 

Y, yo, la dije: "ciertamente, pero, como dice  el Padre Ángel, parece ser que existe a la entrada del vallecico en el que se encuentra encajonada la Real Villa de Caudete  entre la sierra de La Oliva y la de Alácera, existe un cartel dirigido a las "nubes en el que está escrito: nubes os está prohibida la entrada en Caudete".

Aquella señora y su acompañante que iban ambas de paseo, tirando de las correas de las que, atados, tiraban  sendos perricos, se echó a reír mientras decía jocosamente "Qué razón tiene el bueno del Padre Ángel".

 Recibe mi saludo, mis

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

27.10. 2023. Viernes (C. 1.709)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

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