El Aprendiz de Malabarismo.

ESTAMPA CAUDETANA.

EL APRENDIZ DE MALABARISMO.

Al volver de mi paseo vespertino me detuve delante de la puerta de la iglesia del monasterio de las Madres Carmelitas de clausura para ver cómo iban las obras de  restauración de la fachada . Habían comenzado dentro de la iglesia del monasterio el veintidós de diciembre, próximo pasado unas obras de restauración y pintado, y, para poder acceder a la adjudicación de una partida económica otorgada por la Junta de Castilla La Mancha, la obra debería ser iniciada antes de finalizar el año 2023. 

Delante de la puerta se encontraba situada una máquina elevadora de la que se sirven los pintores para subir a  las alturas, como puedes observar en la fotografía que te adjunto.

Al reemprender el camino que me conduciría a casa, le vi. Se encontraba haciendo malabarismo. Lanzaba al cielo cinco pelotas. Durante un tiempo las cinco pelotas iban saliendo de sus manos y volviendo a ellas, una tra otra, en un movimiento continuo. La fachada principal de Villa Isabel era testigo del hacer de aquel muchacho espigado y ágil. Con él se encontraban dos coleguillas, los Migueles, porque a, ambos, les habían impuesto, al ser bautizados,  el nombre de Miguel. Presumo que ellos también participarían del mismo anhelo que Álex, que así se llamaba el joven yeclano malabarista porque, en el banco aledaño a la Villa Isabel, se encontraban los elementos para el ejercicio de sus actividades malabares.

¡Quién sabe! Pero, con el tiempo, puede que los veamos en un circo divirtiendo a niños y mayores.

Le pedí a Álex que si me permitía grabar un momentico su ejercicio malabar y consintió en ello, no tuvo dificultad alguna en permitírmelo, como tampoco me puso objeción a su publicación y a mandarlo a quien tuviera a bien hacerlo.

Así lo hice. Le grabé un ratito y comprobé que sí, que sí, era un aprendiz de malabarista porque alguna de las cinco pelotas que iban saliendo de sus manos,  lejos de volver a la mano que la había lanzado fue a parar al suelo.

¡Ánimo, muchacho, llegarás lejos si perseveras! le dije.

Ellos se quedaron allí mismo haciendo sus prácticas, mientras yo doblaba por la calle Echegaray.

Recibe mi saludo, mis

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

16.1.2024. Martes. (C. 1.776)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.