ESTAMPA CAUDETANA.
NO SÉ A DÓNDE VAMOS A LLEGAR.
No, no es un negativo, ni es una foto sacada de un negativo. Es el rostro de una mujer de hace 400 años.
Por muy bien que la trataron los pintores y los escultores que nos la trasladaron, desde aquel entonces, hasta ahora mismo, el cómo era aquella persona, en este caso una mujer que vivió a caballo entre los siglos XVI y XVII, y que, emulando a Don Quijote de la Mancha, correteó por esos mundos de Dios y, también, por algún lugar de la Mancha, no desfaciendo entuertos, como hiciera el Ingenioso Caballero de la Triste Figura, sino fundando monasterios.
Y, al decir que iba fundando monasterios no me estoy refiriendo al nuestro, al que bajo los auspicios del Sagrado Corazón de Jesús y de la Virgen de Gracia, hunde sus raíces en nuestra Real Villa de Caudete, solo, a partir de mis primeros años del siglo XX, dentro del cual viven su consagración a Dios, por sus hermanos los hombres, un puñadico de mujeres vocacionadas especialmente por el Espíritu Santo. Me estoy refiriendo a una hermana de ellas que vivió hace 400 años y que adquirió fama por sus "agallas" ya que retomó la forma originaria de vivir el carisma del Carmelo liberándole de toda mitigación adherida durante el devenir del tiempo, es decir, una forma de vida de acuerdo con los orígenes, allá en el Monte Carmelo, a finales del siglo XII.
Unos señores, avezados en el conocimiento de los medios puestos a su disposición por la invención humana. Tras hacer acopio de fotografías de la momia, de tomar medidas y observar las reliquias con escrupuloso cuidado hasta el más ínfimo de los detalles, han sido capaces de emularla a ella misma y si, ella, hiciera con su obra una vuelta a los orígenes del Carmelo, allá en la riberas de Israel frente al mar Mediterráneo, en el monte conocido como Carmelo (jardín, en hebreo, poesía, en castellano), han hecho otro tanto con ella, con su figura, con su efigie. Bien es verdad que, estos artistas, que se "mueven como peces en el agua", en el mundo apenas descubierto de la inteligencia artificial, nos han mostrado el fruto del dominio del arte en ese medio. Y lo han hecho sirviéndose de una gran figura histórica, de Santa Teresa de Jesús.
Y, ayer, la presentaron, la pusieron a disposición del público en general. Yo la contemplé a través de la televisión, pues fue incluida en las noticias que una cadena programa a las 15,00 horas.
Sólo una cosa les faltó: de dotarla de movimiento, de que echara a andar. Se quedaron como se quedara Miguel Ángel Buonarroti al concluir su grandiosa obra del moisés que, dándole una palmada en la rodilla le dijo:
¡Habla!
Y, su estatua, no hablo.
Y, es que, claro, son artistas, pero no son Dios y, Dios, es el único que goza de la potestad de dar vida.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
29.3.2025. Sábado (C. 2.188 ).
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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