jueves, 24 de mayo de 2018

El Jardín de Teresa


ESTAMPA CAUDETANA.
EL JARDÍN DE TERESA.


Muchas, muchas veces tengo pasadas frente a la casa de Teresa. De Teresa ya te he hablado una vez.  Fue cuando me topé con ella en aquella habitación del hospital de Almansa en que se encontraba haciendo de ángel de un pobre hombre, José, que lo estaba pasando bastante mal. Fue aquel día en que te hablé de los apodos y que a ella se la conocía como «la Teresa de Calcuta de Caudete».
Resulta que el párroco andaba presidiendo la celebración de las Primeras Comuniones de un montón de niños en la parroquia de Santa Catalina y a mí me tocaba celebrar la liturgia dominical de víspera en la parroquia de San Francisco. Para llegarme hasta allí decidí dar una vuelta y, claro, pasaba por la glorieta de La Cruz y allí, dando a ella se encuentra la casa de Teresa.  Me llamaron la atención el azulejo con la imagen de la Virgen de Gracia y, a sus pies, adornándola, una jardinera con geranios blancos como el armiño ofreciéndose como ofrenda a la Madre del Señor. Apareció en mis manos el telefonillo y, naturálmente, me hice con la imagen.
Salio de casa intrigada porque un señor sacaba una foto de su casa.
No me reconoció porque no vestía yo el alzacuello que sí llevaba el otro día en el hospital. A cada información que le daba, más se sorprendía, hasta que se cercioró de mi identidad. Le enseñé la foto, esa que ves, y me puse a alabarle la hermosura de geranios de todo color que llenaban la gran cantidad de jardineras que circundaban, todo alrededor, la casa.
-«Sí, me contestó, Pedro, mi marido, entretiene su tiempo de jubilado en preparar la tierra, en abonarla y en limpiar las plantas de hojas y ramaje secos».

-¡Así de guapos están!, le dije.

Es sabido que los frailes solemos tener fama de pedigüeños y, mira por dónde, me salió la vena y le dije: -«Teresa, por favor, ¿me podrías dar, a su tiempo, unos esquejes de esos geranios tan primorosos para que encuentren acomodo y vistan, así de hermosos, en el claustro del vetusto CONVENTO DE SAN JOSÉ»?
-«Claro que sí, me contestó. Yo misma se los llevaré al convento. Estamos en Mayo y en este mes todo prende.»

Me ofreció pasar al patio para que sacara fotos de los geranios pero me conformé con hacerla desde el lado de fuera de la verja. También te la mando.
La conversación con Teresa me entretuvo un tanto y me vi en la necesidad de acortar el paseo. No me llegué hasta el Santuario de la Virgen de Gracia, como tenía proyectado, y, acortando bastante, dirigí los pasos a la parroquia de San Francisco a donde llegué  con escasos minutos de antelación.

Todo contento por la promesa floral recibida sale a tu encuentro mi saludo, mis

          ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
24.5.2018 Jueves. P. Alfonso Herrera. O. Carmelitana

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