domingo, 27 de mayo de 2018

La Comida de Manos Unidas


ESTAMPA CAUDETANA
LA COMIDA DE MANOS UNIDAS.



No, no estamos en febrero ni es el primer viernes de aquel mes, el del ayuno voluntario que pregonan y al que convocan desde esta ONG de la Iglesia, fundada y llevada adelante desde hace más de medio siglo por un conjunto de mujeres voluntariosas y entusiastas de las que se hace fámula la Iglesia de España el domingo siguiente al primer viernes del mes de febrero de cada año colaborando, en primer lugar con la colecta que se hace en todas las iglesias y en segundo lugar, apadrinando alguno de los proyectos, bien en el ámbito parroquial, bien entre las parroquias que conforman un arciprestazgo, que llevan entre manos a lo largo y ancho de este mundo de nuestras desigualdades.
Surgió esta ONG de la Iglesia por los años cincuenta del siglo pasado con una fuerza y  empuje encomiables constituyendo, en los tiempos que corren, un ejemplo y más que ejemplo, un espejo donde se deben mirar todas aquellas asociaciones y grupos, principalmente los políticos, que «manosean» el poder, porque todo, TODO, lo que allegan por cualquier conducto, sale para remediar un «descosido» gordo en la urdimbre humana. Tienen como fin primero EDUCAR A LAS MUJERES porque saben perfectamente que culturizando a un hombre, SOLO dan cultura a un hombre, pero dando cultura a una mujer,  y esta ONG la da a infinidad de ellas, está PROMOCIONANDO a toda una sociedad. ¡SON LISTAS ESTAS MUJERES DE MANOS UNIDAS!
Pues bien, ahí tienes a las que integran el grupo de MANOS UNIDAS en Caudete. Han convocado a los caudetanos a una comida, un arroz con costillicas, que no estaba mal de sabor, todo sea dicho para alabanza de la cocinera. Pero como  era el día DEL AYUNO VOLUNTARIO, tenían ya dispuestos, cuando nos sentamos, platos con aperitivos mil (las albondiguitas en salsa, la empanadilla y las habas con jamón en salsa estaban de «rechuperelende en bote», que decíamos de pequeños para afirmar que algo estaba muy bueno. Nadie pasó sed pues aparecieron, sin tacañería, agua del lugar, vinos tinto, blanco y rosado, también del lugar, cerveza de no sé dónde y sidrina de la «patria querida asturianuca».
Pero lo mejor de todo, más que la pitanza, LA CONFRATERNIZACIÓN  de los
Muchos más de cien, que nos juntamos en lo que otrora fuera almazara y hoy es nave donde ensallan nuestros músicos de la Banda Oficial del pueblo.
Uno de los comensales, que no falta nunca, hoy, por ayer, tampoco faltó. Ya habíamos empezado a dar cuenta de los aperitivos cuando hizo su entrada, Don Antonio, no sé el apellido ni el apodo, es Don Antonio y ¡basta! cargando con sus CIEN CALENDARIOS a los que solo les faltan 20 días (nacido aquí en el pueblo el 17.6.1918) y, yo creo, que algo tuvo que ver en la puesta en marcha, aquí en el pueblo, del Grupo de Manos unidas.
La comida no fue como en «las bodas de Camacho», pero, no vayas a creer, se le acercó bastante. Total, para la nimiedad que pusieron de contribución a la obra, 13 euricos (me han hablado que existen otros saraos que para asistir tienes que comprar la entrada por 3.000,00€) de vellón y uno más para participar en la rifa de un montón de cosas.
Yo no sé si salí agraciado con alguno de los regalos porque tuve que salir pitando para acompañar a una pobre viuda y a sus hijos en el funeral de córpore insepulto del esposo y padre. Claro que dejé dicho que, si la mano inocente sacaba mi papeleta, tenían que volver a sacar otra  pues renunciaba al premio.
Hoy, aunque es domingo, sale a buscarte mi saludo, mis

          ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
27.5.2018. Domingo. P. Alfonso Herrera. Orden Carmelitana

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