jueves, 10 de mayo de 2018

Las Lágrimas de la Virgen


ESTAMPA CONVENTUAL
LAS LÁGRIMAS DE LA VIRGEN.

No me refiero a las LÁGRIMAS REALES que han sido objeto de observación en muchas imágenes de la VIRGEN por todo el mundo (Europa, América Japón, África...), algunas de las cuales han sido aceptadas por la Iglesia y acerca de tal hecho se han dado distintas interpretaciones, entre las que privan aquellas que dicen referencia a la paganización de los tiempos modernos que lleva al hombre a no abrirse al mundo de lo sobrenatural, a la OFERTA DE SALVACIÓN DE DIOS BENDITO EN SU PROPIO HIJO JESUCRISTO. 
Yo, en mis «buenos días», me refiero a una flor que lleva el nombre de ese hecho inexplicable e incontestable de LAS LÁGRIMAS DE LA VIRGEN.
Es una variedad, para mí la más linda, de AJO PUERRO SILVESTRE y no lo digo porque crezca en nuestro corralón del CONVENTO DE SAN JOSÉ de Caudete, sino por su enfloración en florón. Es conocido con el nombre de andar por casa de LÁGRIMAS DE LA VIRGEN.
Levanta su pedúnculo, como una especie de periscopio, hasta 30 cms. de alto y lo hace  aquí y allá en el amplio ámbito del corralón del CONVENTO. Es un estupendo condimento que puede hacer las veces  del titular cuando éste falta. No es agradable para mucha gente pero sí que es «bocato di cardinale» para caracoles y babosas. No es muy amigo del sol tonante, prefiere ocultarse bajo el espeso ramaje de los nogales del corralón. En la punta, en todo lo alto de su pedúnculo tiene lugar el milagro...¡¡¡la explosión!!!
Su nombre científico, nombre muy acorde con el ajo para aquellos que... ni olerlo, es el de ALLIUN TRIQUETRUM.
No tiene mérito alguno el estallido en multitud de luces de colorines, allá en lo alto, como lo hace la carcasa de de un cohete, en medio de una noche sin luna, con ella.
No le llega a la altura de la suela del zapato, ese fulgurante serpentín de lucecitas que, en un momento, son y, al momento siguiente, dejan de ser, hundidas en la más absoluta de las sombras.
No, no compares, ¡ni lo intentes!
Porque a LAS LÁGRIMAS DE LA VIRGEN no se le pueden comparar, no admiten comparación alguna. Allí donde crezca esa preciosidad, ese monumento de la naturaleza, aunque sea en lo hinóspito del corralón del convento, no admite comparación con nada que salga del artificio de la mano del ser humano.
Son tan sencillitas, tan sin pretensiones, tan humildes, que, teniendo apariencia de tan poquita cosa, cimbreándose en la puntita de su pedúnculo a 40 cms. de altura, movida por el aire que se cuela dentro del corralón,  llevándolas hasta a ras de tierra, se  yergue y vuelve a lucir en todo lo alto. Son, en sí, de una belleza singular, ¡¡¡única!!! Para que la veas con todo detalle le he dado un poquito al zoom.

Prendido en las flores suavecitas de «LAS LÁGRIMAS DE LA VIRGEN» que crecen bajo los nogales del corralón, te llega mi saludo, mis

          ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
9.5.2018 Miércoles. P. Alfonso Herrera O. C.

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