sábado, 30 de junio de 2018

Margaritas de juguete


ESTAMPA CONVENTUAL.
MARGARITAS DE JUGUETE.

Aquel jueves, de hace algunos años, se vinieron conmigo desde el Lidl de «La Prospe», allá en Madrid. Y cambiaron de piso.  Mira, como ese político anticasta que se encuentra muy, pero muy agusto instalado ya en «la casta» que tanto criticó, con su pareja y como andan a la espera de un bebé, se han cambiado desde un pisito en zona periférica madrileña a un «chaletito» con vistas a la Cruz del Valle de los Caídos con muchos metros cuadrados de espacio hábil construido y otro tanto, sin construir, de los que han informado profusamente los más media del momento. Todo un «casoplón, que se dice ahora.
Pues mis margaritas de juguete...,  ¡Igualito!
Cambie la incipiente planta margarita que venía en un tiestecito de plástico, de esos de usar y tirar, donde los ponen en los viveros y que la superficie alemana te cobraba dos si te llevabas tres. Pues eso, los cambié a un tiesto grande con buena tierra bien abonada y, cuando crecieron y florecieron poniendo muy guapito todo el tiesto, se dedicaron a «soplar», a diestra y siniestra, semillas con su «paracaiditas» que enraizaron en muchos de los tiestos de mi bosquecillo madrileño.
Con mi traslado a las tierras bajas de La Mancha, donde, posíblemente, se dejaría caer Don Quijote en alguna de sus correrías, quizá con dirección a la Ínsula Barataria para entronizar al bueno de su Excelencia, Don Sancho Panza, su escudero, en el gobierno de la misma, conmigo se vinieron un montón de ellas. Las que planté en el corralón no medraron porque fueron pasto del voraz pico de las cinco gallinas y un gallo que pone en pie de guerra al vecindario cuando todavía no ha sonado el despertador en la estancia donde el sol duerme cada noche. Pero hay una que comparte hábitat con otra planta y ésta se encuentra instalada dentro del claustro barroco del CONVENTO DE SAN JOSÉ. Ahí tienes las florecillas que se ha sacado de sus entretelas la margarita que, aún sin ser enana, no tiene reparo en vestirse con flores muy chiquititas. Igualito que hacían las chicas con buen tipo y de muy buen ver de los años sesenta del siglo pasado, a las que cantaba el malogrado Manolo Escobar en una canción que hablaba de que iban a los toros, se vestían luciendo la minifalda.

Saltando por entre las barras del pentagrama, desde lo alto de  la nota de sol, se deja caer ante ti mi saludo, mis

          ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
30.6.2018. Sábado. Broche de oro al mes de junio.  P. Alfonso Herrera, O. C.

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